Friedrich, reina en Roubaix. Foto: UCi Track/SWPix |
A nivel individual, hay que destacar a la joven -21 años- Lea Sophie Friedrich, que no sólo ganó la
velocidad por equipos, los 500 metros y el keirin, sino que quedaba segunda en
velocidad. Por su parte, su compañera Emma Hinze, tras ganar las dos
velocidades, no podía repetir su triplete de Berlín 2020, ya que de manera
inesperada –y sin explicar- causaba baja para el keirin.
El éxito de las velocistas se completó con el de sus persecucionistas, que con el título mundial completaron su año
mágico en el que se han proclamado campeonas olímpicas y continentales.
Además, tres de sus integrantes –Lisa Brennauer, Franziska Brausse y Mieke
Kroeger- copaban el podio en la
individual, algo que no se vivía desde 2001 cuando los franceses ocuparon los
tres cajones, entonces en la velocidad. Por el contrario, las pruebas de
fondo siguen siendo el talón de Aquiles de las germanas, mientras que, en
hombres, las únicas preseas se consiguieron en velocidad, sin que todavía emerja el indudable talento de sus jóvenes rodadores.
Se va una grande, Kirsten Wild. Foto: UCI Track/SWPix |
También con diez medallas (cuatro,
tres, tres) terminaba una Italia que tuvo el bonito gesto de incluir a Liam
Bertazzo en su cuarteta triunfadora
para compensarle de haberle dejado fuera del equipo olímpico, y en el que Elia Viviani también tuvo un destacado
protagonismo al hacer valer su experiencia para conseguir tanto el oro en la
eliminación como el bronce en el ómnium. Por el contrario, Ganna no pudo doblar esta vez quedándose
inesperadamente fuera de la final de persecución y sin poder tampoco
afrontar el objetivo de bajar de los 4 minutos, en una prueba en la que por fin
Ashton Lambie conseguía ese arco iris
que le faltaba, tras haber arrebatado al italiano ese privilegio de haber
roto en agosto la mítica barrera de la persecución. Una hábil Martina Fidanza en el scratch y una Letizia Paternoster que va en buen camino en su recuperación,
aunque aún sin alcanzar el nivel anterior, en la eliminación, completaban los
‘arco iris’ italianos.
Foto: Twitter Morgan Kneisky |
En el caso de los británicos, Ethan
Hayter demostró una vez más su clase, en un ómnium en el que no sólo dio opción
sino que puso esa guinda como sólo saben hacer los elegidos, mientras que
la ambición de Katie Archibald se
tradujo en el oro del ómnium, la plata de la puntuación y el bronce en la
persecución por equipos y la madison; en el de los franceses, esta vez Benjamín Thomas se saltó el ómnium, para
exhibirse en la puntuación, pero sin poder despedir a su compañero Morgan Kneisky en el podio de la madison,
la prueba que conquistó en tres ocasiones y con tres compañeros distintos,
entre ellos el propio Thomas. El
prometedor Donavan Grondin –el sucesor de Kneisky precisamente- lograba el
segundo título francés, en el scratch.
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