El viejo récord de los 4.000 metros (persecución individual) de Sergi Escobar, que databa de los Juegos Olímpicos de Atenas en agosto de 2004, ha caído esta mañana gracias a la sobresaliente actuación de Erik Martorell en el Europeo de Grenchen, donde con 4:14.512 ha superado en 2,1 segundos la marca del ilerdense (4:16.682), clasificándose en novena posición.
Desde que Martorell hiciera 4:18 el año
pasado en el Europeo de Plovdiv se sabía que más temprano que tarde iba a caer
la plusmarca nacional. No pudo ser en la Copa de las Naciones de
Hong Kong, donde estuvo en un tiempo muy similar, pero a la segunda
oportunidad el barcelonés no ha perdonado. Salió muy fuerte, demasiado como
él mismo reconocía, con el quinto parcial en el primer y el segundo kilómetro
(1:07.067 y 2:07.922), para bajar el ritmo en la segunda mitad y realizar un
final realmente agónico. “La explosión la han oído hasta los sordos”,
comentaba Martorell.
Para Escobar, “los récords están para
batirse, y sobre todo cuando es un récord de hace casi veinte años.
Pero todo mejora, las pistas, el material… y es lógico que se haya batido. Pero
es lo que digo siempre, es un hecho individual, no porque haya un trabajo,
aunque es un corredor con la suficiente clase como para volverlo a batir,
aunque ahora es difícil ser profesional siendo sólo un persecucionista”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario