En esta ocasión su gran estrella no ha
sido Harrie Lavreysen, pese a que haya ganado la velocidad individual y la de equipos,
sino su otro baluarte, Jeffrey Hoogland, que se anotaba el kilómetro y el
keirin, aparte de la velocidad por equipos y la plata en la individual. Y por
supuesto Shanne Braspennincx -pareja de Hoogland-, artífice de esa eclosión
de las féminas, al ganar la velocidad individual y liderar el equipo. En esta
ocasión, no pudo repetir el éxito olímpico de keirin, que se fue para
Alemania, con Lea Sophie Friedrich, y les faltó también los 500, donde Daria
Shmeleva se redimió de una actuación por debajo de lo esperado en el resto de
pruebas, aplicable en general a todos los velocistas rusos que estuvieron en
Tokio.
Del resto del Europeo, algunos detalles
interesantes como la profesionalidad de Benjamin Thomas, exhibiendo su
clase en la puntuación, la interesante polivalencia de sus compatriotas
Valentine Fortin, Victoire Berteau y Marion Borras, la progresión de un Jonathan
Milan con mejores tiempos que los que realizaba Filippo Ganna a su edad,
como ha recordado este, o la potencia de un Mikhail Iakolev llamado a
altas cotas en las pruebas de velocidad. Sin olvidarme, claro está, de una selección
portuguesa que sigue subiendo peldaños en el escalafón internacional: en
esta ocasión, sexto lugar en el medallero (un oro, dos platas y un bronce), y
eso que Maria Martins en esta ocasión estuvo muy por debajo de lo habitual.
Por su parte, España en esta ocasión
no entró en el medallero, algo que, desde el anterior Europeo celebrado en
este escenario -2015- sólo había sucedido en Glasgow 2018. Un equipo
nacional que, salvo contadas excepciones, ha estado marcado en estos últimos
años por la #GoTorresGoMoradependencia, y que en esta edición, ausente el
menorquín y por debajo de lo habitual el castellonense -algo que es bastante
lógico en un año olímpico-, ha supuesto el irse de vacío.
Aparte de ello, quiero mencionar a las dos madison. La femenina me sorprendió agradablemente, ya que vi bastante más metidas en carrera a Larrarte y Tania Calvo que en anteriores ocasiones, lo que supone que poco a poco van alcanzando el nivel que deben tener para aspirar a metas mayores; la masculina, al contrario, ya que la falta de acoplamiento táctico entre Mora y Martorell se tradujo en un resultado mucho peor del que cabía esperar, y en el que culpar a los corredores es tan injusto como mezquino.
Ya habrá tiempo de analizar más en profundidad
este rendimiento nacional después de un Mundial en el que las perspectivas son
igual de... realistas.
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