A pesar de tener unos escasos dos millones de habitantes en apenas 20.000 kilómetros cuadrados, Eslovenia se ha convertido en una de las grandes potencias mundiales del ciclismo, gracias no sólo a Primoz Roglič y Tadej Pogačar, sino también a una notable ‘clase media’ en la que se incluyen a corredores como por Matej Mohorič o Jan Tratnik.
Una imagen del velódromo durante el Campeonato |
En vez de dejarlo abandonado a su
suerte, se optó por un proyecto para cubrirlo y destinarlo a distintas
actividades deportivas, fundamentalmente al atletismo. Y para ello se eligió
un sistema que ya hemos visto en otros lugares, una cubierta translucida formada por una membrana hinchable de doble capa y que se mantiene estable gracias a la presión del aire, pero garantizando la circulación del aire en el
interior. Ni que decir tiene que la pérdida de energía o de presión activa un
sistema de emergencia por lo que en ningún momento corre el peligro que se
desinfle.
El nuevo Olympic Center Novo Mesto fue
inaugurado oficialmente en noviembre de 2019, aunque aún están por terminar
algunas instalaciones anexas para este gran proyecto multideportivo, que de
momento ha tenido una acogida mayor entre los atletas que entre los ciclistas,
en parte a causa de la pandemia, que obligó a limitar su actividad.
Los dos grandes triunfadores del Nacional esloveno |
En féminas tenemos a Ana Ahačič, de
19, ganadora de las cinco pruebas en liza,
eliminación, puntuación, scratch, persecución y 500 metros, con protagonismo
también para dos ciclistas de su misma edad como Emma Žibert o Tjaša Sušnik,
así como la juvenil Nika Bobnar.
Matic Šmon, uno de los pocos pistards eslovenos que hizo carrera a nivel internacional,
considera que hay muchas oportunidades para progresar, y aunque quizá las
aspiraciones de estar en París 2024 son poco realistas, estamos seguros de
que será una potencia emergente en pocos años.
Fotos: Facebook Federación Eslovena
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