Haciendo balance de la temporada y hablando de las perspectivas de futuro, el presidente de la Federación Española, José Luis López, manifestaba hace pocas semanas en una entrevista en EFE sus propósitos para nuestra disciplina: intentar que salgan más ciclistas en pista, aunque tengan que alternar con la carretera. No era una frase textual porque no aparecía entrecomillada, pero estoy seguro de que Carlos de Torres -un magnífico profesional- recogía bien el espíritu de sus intenciones, por un lado, francamente imprecisas y sin cuantificar, algo inadmisible en cualquier proyecto: por otro lado, confundiendo, aunque sea inconscientemente, la conjunción. Y es que no se trata de subordinar una objeción, un obstáculo, sino de unir al mismo nivel dos objetivos: que los mejores ruteros puedan competir con asiduidad en los velódromos y que nuestros mejores pistards encuentren un equipo de nivel para que sigan creciendo (y no es intención de este artículo hablar de todo lo que pueden aportar porque ya lo hemos manifestado varias veces). Ese debe ser siempre el objetivo de una Federación, aunque nos tememos que así no lo entiende la Española.
Azparren, protagonista habitual estas semanas en Anoeta |
Calendarios conocidos y protegidos
Para los equipos, la
premisa básica es conocer los calendarios… y que estos tengan una cierta
lógica. La colaboración a la hora de ceder corredores será diferente, como
decíamos, según el tipo de actividad. Pero si en Italia encontramos que
estos días están concentrados todos sus grandes ciclistas salvo Jonathan
Milan y algunas féminas, y en Francia lo estarán en breve todos, sin
excepción, y además durante ¡diez días! Si esto es así, ¿por qué en España
resulta tan complicado cuando es mucho más necesario para trabajar unos
rudimentos -en la persecución por equipos- que en estos países ya están
asumidos y en nuestro país son tan necesarios por los años de desidia y
abandono? La respuesta está clara, por
falta de voluntad, de planificación y de diálogo.
Raul García participó en dos pruebas en Anadia. Foto: Federación Portuguesa |
Cuotas en los conjuntos profesionales para pistards, ¿descabellado?
Nos queda estudiar la posibilidad de que los equipos nacionales profesionales -desde
continentales a WT- pudieran acoger cada uno a uno o dos pistards en sus filas.
A día de hoy parece una opción descabellada e incluso más de uno, con los tradicionales postulados carreteros, se tronchará de risa con
esta sola mención. Aquí es donde entra en juego la amplitud de miras, el
diálogo de todos los estamentos ciclistas y deportivos y encontrar fórmulas que permitan compensar a corredores y equipos por
esa ‘doble asignación’, incluso con ayudas económicas -a ambos, por supuesto-
por las cesiones. Desde luego, un sistema mucho más moderno e interesante
para nuestro deporte que las becas ADO y ayudas similares.
Martorell ya es profesional con el Manuela Fundación. Las dos partes lo agradecerán |
En todo caso esto no dejan de ser unas propuestas, nunca unas respuestas, al grave problema de esta disciplina en nuestrro país, aunque sí que están sugeridas o compartidas por buena parte del colectivo del ciclismo en pista español, al que habría que comenzar a escuchar de una forma más organizada.
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