No tardó
mucho en consolidarse el formato de los Campeonatos del Mundo de pista, tras la celebración de la primera edición en Chicago, en
especial en lo referido a la diferenciación entre amateurs y profesionales: en
la segunda edición, celebrada en Amberes en 1894, no se permitió la
participación de profesionales, pero un año más tarde, en Colonia, ya se
establecieron pruebas diferenciadas para las dos categorías, una separación que, desgraciadamente, se mantendría hasta la unificación de Hamar… un siglo después.
|
Participantes en la edición de 1914, bruscamente terminada. Wikipedia. Dominio público |
El programa
también se consolidaría rápidamente, y la velocidad 10 kilómetros -lo que hoy
llamaríamos un scratch- se dejó de celebrar en la tercera edición, con lo que
el programa se reducirá a la velocidad y al mediofondo, en esas dos
versiones de profesionales y aficionados. Un programa bastante homogéneo en
comparación con los Juegos Olímpicos, cuyos programas en las primeras
ediciones cambiaron bastante entre edición y edición, con pruebas fundamentalmente a la
distancia -especialmente en San Luis donde así fueron todas-, y sin que el
Mundial recogiese hasta muchos años después dos competiciones que serían
clásicas en el olimpismo: la persecución por equipos y la velocidad tándem,
aunque esta disciplina se disputó -sin carácter oficial- en el Mundial de 1900,
en París. Las dos únicas
incidencias en el programa mundialista se produjeron en 1912, cuando en
Newark (Estados Unidos) no hubo mediofondo amateur, y sobre todo en 1914, en
Copenhague: el estallido de la I Guerra Mundial propició que solamente se
disputase esta prueba ya que el resto fueron canceladas al tener que
regresar apresuradamente a sus países. Curiosamente la prueba no volvería al
programa hasta 1958, quedando exclusivamente para profesionales.
Un tercer
elemento clave de estos primeros años fue el cambio en lo referido a la federación
internacional, ya que la International Cycling Association daba paso a la
Unión Ciclista Internacional en 1900, creada a instancias de Francia
-apoyada por Estados Unidos, Bélgica, Italia y Suiza- como protesta ante la
masiva representación británica en la ICA donde cada una de sus
asociaciones -Inglaterra, Irlanda, Escocia y Gales- tenía derecho a
representación y voto. Este cambio no afectó en nada a la organización del
Mundial.
|
Meredith, siete veces campeón de mediofondo. La Vie au Grand Air. Dominio público. Wikipedia |
Por lo demás,
este primer periodo. que extendemos hasta la I Guerra Mundial, estuvo marcado por
la ‘separación’ entre América y Europa, con dominio de los respectivos
continentales según donde fuera el Mundial, aunque curiosamente Londres 1904 se
saldó con tres triunfos norteamericanos sobre cuatro. Estados Unidos y Canadá,
de un lado del charco, y Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Gran Bretaña,
Italia, Francia y Suiza, del otro, acogieron el evento, destacando la
edición de 1902, cuyas pruebas de velocidad tuvieron lugar en Roma y las de
fondo en Berlín, aunque también hubo separación de sedes en otras dos
ediciones, aunque en el mismo país: Leipzig las amateurs y Berlín las
profesionales en 1908 con intercambio en 1913.
Entre los
grandes protagonistas de estos primeros años, encontramos al británico
Leonard Meredith, siete veces campeón de mediofondo amateur (1904, 1905,
1907, 1908, 1909, 1911 y 1913), y también campeón olímpico de persecución en
Londres 1908, mientras que en profesionales los títulos estuvieron más repartidos,
con tres para el francés Georges Parent.
En cuanto a la
velocidad, mencionaremos al danés Thorvald Ellegard -que hoy en día da
nombre al velódromo de Odense-, seis veces campeón profesional, en 1901,
1902, 1903, 1906, 1908 y 1911 y tres veces subcampeón, mientras que entre los
amateurs destacaremos al británico William Bailey, cuatro veces (1909,
1919, 1911 y 1913) que prolongó su carrera hasta 1930, con 42 años. No
obstante, lo más curioso es encontrar al mítico Major Taylor como campeón profesional en 1899.
No hay comentarios:
Publicar un comentario