Ritter, en la Wikipedia |
Este
era el caso de Ole Jørgen Phister Ritter (Slagelse,
29 de agosto de 1941), destacado amateur en los primeros sesenta y que tiene un
merecido hueco en TrackPiste no sólo por
haber batido el récord de la hora, sino casi más -o por lo menos en lo que se
refiere a este post- por no haberlo logrado en dos ocasiones sucesivas.
Antes de esos momentos históricos nos tenemos
que remontar a al año 1965, cuando ya había ganado carreras amateurs como la
Vuelta a Yugoslavia o la Vuelta a Suecia, y deja su trabajo en una carnicería
para desplazarse a Roma buscando un futuro como profesional. Ese mismo año, bate un récord menos conocido, pero de
indudable mérito, el de los 100 kilómetros, por lo que Jacques Anquetil le
pronóstica un futuro como plusmarquista de la hora.
No conseguiría ser profesional hasta
1967, con el equipo Germanvox-Wega, aunque su
debut en el Giro de Italia ratificó sus notables cualidades como rodador, al
imponerse en la contrarreloj de 45 kilómetros entre Mantua y Verona, aunque
fuese con unas diferencias exiguas, un segundo sobre Rudi Altig, dos sobre
Ferdinand Bracke -que unos meses después batiría el récord de la hora- y seis
sobre Anquetil. Un bisoño Eddy Merckx finalizará bastante atrás, a casi tres
minutos.
Desde ese momento, su carrera despegó con notables éxitos casi todas las temporadas, tanto
en pruebas en línea -en el Giro de Italia ganaría dos etapas más- como en contrarrelojes específicas como el
Gran Premio de Lugano, o el Trofeo Baracchi, aunque ésta no llegaría a
ganarla.
Fotograma de su tentativa de récord |
Era
el 10 de octubre de 1968 cuando cubrió 48,653 kilómetros, una marca que
perduraría hasta 1972, cuando Eddy Merckx la
superaría, con 49,431 km. Ritter establecía así una tendencia que se sucedería
durante muchos años de aprovechar la
altitud para conseguir unas mejores condiciones, aunque algún tiempo
después el danés reconoció que si se fue a México fue para tener la mayor repercusión informativa posible en vísperas de
los Juegos, con muchos medios desplazados.
Cartel danés de 'Stars and watercarriers' |
Todavía no había filmado ‘A Sunday in
Hell’, su famoso y renombrado documental sobre la París-Roubaix de 1977. Pero
ya había hecho una incursión en el ciclismo, recogiendo en una serie de historias cortas entrelazadas sobre el
desarrollo del Giro de 1973, ‘Stars and watercarriers’, dedicado a las
estrellas y aguadores, en momentos muy diferentes de la prueba. Y uno de los protagonistas era precisamente su
compatriota, en el momento de la preparación y desarrollo de la contrarreloj.
The Impossible Hour
Por eso a nadie le extrañó que eligiera la tentativa de Ritter para
realizar ‘The Impossible Hour’ sobre “el récord más noble y difícil que se puede establecer en una bicicleta”. Tras una breve retrospectiva en blanco y negro con
tomas de los exitosos intentos de récord de Ritter y Merckx, Leth se centra en
las dos tentativas, con una narración
tipo documental, apoyada en distintas entrevistas, y algunos elementos
narrativos poco habituales en la época. Un conjunto que destila una
nostalgia por un ciclismo que ya no existe. Pero como bien describe Wiggins, se
trata de “una película bellamente filmada”, y que, a día de hoy, se puede ver
en YouTube.
Al final de su carrera, Ritter participó, con bastante éxito, en
varias pruebas de Seis Días, sobre todo en su país. Leth, por su parte, se
estableció en Haití, donde le pilló el fuerte terremoto que asoló el país
caribeño, lo que le llevó a rodar un documental con esa temática… y de cómo es la vejez en un personaje como
él, que vuelve a recurrir a su septuagenario amigo Ritter para que también
aporte su punto de vista.
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