Foto: Wikipedia |
Tras reconocer que regresa a Alemania
por motivos familiares, ya que nunca ha dejado de vivir allí -desplazándose
todos los fines de semana que no tenía competiciones- donde estaba su esposa y
sus tres hijos, lo que le generaba mucho trabajo, recuerda que “soy alemán,
representé los colores alemanes como atleta en Mundiales y Juegos Olímpicos, y
me gustaría hacer lo mismo como entrenador, aportando mi experiencia y
transmitiéndosela a los deportistas para sacar el máximo rendimiento”.
El nuevo seleccionador germano reconoce
que solo conoce el sistema alemán como deportista, y “he estado fuera quince
años, pero estructuralmente es completamente diferente. Los británicos
están centralizados, y todos los cuadros tienen su base en Manchester. En
Alemania tenemos cinco centros de velocidad, donde los cuadros federales
entrenan. Y como seleccionador nacional, en realidad solo los tengo actividades
comunes y competiciones”. Van Eijden no quiere señalar si un sistema es
mejor que otro. “Creo que ambos funcionan. Mi trabajo será optimizar el
sistema alemán con lo que sé. El sistema central tiene ventajas y
desventajas. La ventaja es que los tienes todos juntos. Pero solo
tienes un cierto número de horas de entrenamiento en Manchester. Si todo
el mundo quiere entrenar el mismo día, es complicado. También está más
limitado en la cantidad de atletas que puede tener. El sistema alemán
con sus diversas ubicaciones es bueno, ya que también atrae a los jóvenes
deportistas”.
Foto: British Cycling |
Por otro lado, Van Eijden realiza una
comparación entre la velocidad cuando él corría con la que hay ahora. “Ha cambiado
mucho en los últimos años. Hoy en día, las mejores mujeres conducen tan
rápido como yo hace veinte años. Aparte de la preparación, los desarrollos
se han vuelto mucho más grandes y, por lo tanto, hay menos cadencia. Solíamos
conducir a unas 160 revoluciones por minuto, y hoy ese está entre 120 y 140. Pero
también el material se ha desarrollado, al igual que la aerodinámica. Ahora
puede simplemente conducir más rápido que antes con la misma potencia”.
Finalmente, no le dan miedo las comparaciones
con su predecesor Detlef Uibel. “Hizo un buen trabajo, y de hecho fue mi entrenador. Su
lista de éxitos se destaca por sí misma. Pero yo mismo tengo veinte
medallas olímpicas como entrenador. Abordo esta nueva tarea con
respeto, pero también con mucha alegría y euforia, solo para ver qué podemos
lograr juntos”.
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