Nacido el 2 de octubre de 1991 en
Newcastle-under-Lyme, su primer reconocimiento llegó de la mano del equipo de pista HUUB-Wattbike, que llegó a ganar la persecución por equipos de la manga de Londres de la Copa del Mundo 2018-19, por delante de Gran Bretaña, lo
que le valió la consideración de ‘chico malo’ del ciclismo británico. Un
equipo donde, aparte de correr junto a ciclistas como John Archibald, Jonathan
Wale o Ashton Lambie, desarrollaba su talento como especialista en aerodinámica.
De forma paralela fue desarrollándose
como ciclista de carretera, en el equipo Ribble Weldtite, fundamentalmente como
contrarrelojista, aunque aquí si entró en varias ocasiones con la selección
de su país, destacando su tercera plaza en la contrarreloj mixta por equipos
del Mundial de 2019 o la quinta en 2021. De la misma manera, sorprendía por innovaciones
como su manillar superestrecho de sólo 27 centímetros.
En octubre del pasado año volvió a
sorprender al conseguir la segunda mejor marca de la hora de todos los tiempos -y la mejor a nivel del mar-, con 54,723, lo que le dejó con ganas
de afrontar una nueva tentativa en 2022 que ya cumpliese con todos los
requisitos para ser homologado como récord de la hora.
El contrato con INEOS es en
exclusividad, por lo que tendrá que dejar algunas
de sus actividades, pero permanece la incógnita si podrá seguir compaginando
su labor de ingeniero con la de corredor, aunque en todo caso, fuera de la
estructura World Tour y también de su antiguo equipo, el Ribble. Y si tendrá
tiempo para intentar afrontar ese récord de la hora antes de que lo haga su
ahora pupilo Filippo Ganna al que le podría venir muy bien toda la
experiencia o experiencias de Bigham.
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