Hasta ese momento, su presencia en el palmarés de los
Nacionales se reducía a un oro con Castilla y León en la velocidad por
equipos junior, hace dos años en Tafalla. “Había que completar el equipo
y faltaba uno que arrancara. Yo no lo hacía mal, por lo que me cogieron a
mí. Y al final salió muy bien”. Como fondista, en cambio, no se había estrenado.
“Hace dos años corrí el ómnium por primera vez y no quedé bien, aunque no
recuerdo el puesto”, nos cuenta, aunque después, consultando los resultados,
vimos que el ‘mal resultado’ fue una quinta plaza.
En esta ocasión llegaba algo corto de forma. “Hace apenas
dos meses una caída bastante fea, que me tuvo 21 días parado, sin montar en
bici, sin poder ir al gimnasio… De hecho, mi objetivo en este Campeonato era
echarle una mano a Noel (Martín)”.
Un triunfo que le dedica a Noel Martín, “porque también
es mi preparador, y tengo que darle las gracias por cómo me ayudó en la
puntuación, arrancando, cerrando huecos. Lo que son las cosas, vine para
ayudarle y al final ha sido él quien me ha ayudado a mí”.
Y un título que no es fácil no sólo por la caída que nos
contaba, sino porque “en el velódromo de Valladolid es muy complicado
entrenar. Llevamos reivindicando mucho tiempo que hagan algo. En
cuanto llueve o hace viento resulta imposible, pero incluso en un día normal, vas rodando entre
baches, parches… Aun así, todos los años terminamos sacando alguna cosa”.
Ahora Cavia se centrará en la carretera, con el
Eiser-Hirumet. “Mi objetivo son las vueltas, donde me quiero centrar: la
pista es siempre el inicio de la campaña, que me sirve para coger el punto de
forma, y la velocidad”, aunque da por seguro que estará en septiembre en
los Campeonatos de España de Valencia, y por supuesto, abierto a la
selección. “Si me llaman, acudiré encantado”.
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