Foto: Twitter Olympics |
De
todos ellos, hemos recogido a los cinco que han participado en disciplinas
invernales y en ciclismo en pista: la alemana Christa
Luding-Rothenburger, los canadienses Georgia Simmerling y Vicent de Haître,
y los neerlandeses Laurine van Riesen y, Jeroen Straathof quien también tiene el mérito de haber intervenido en unos Juegos Paralímpicos.
Luding-Rothenburger se convirtió en 1988 en la primera mujer en ganar medallas en los Juegos de Invierno y Verano, cuando aún se disputaban en el mismo año. Ya había sido oro en los 500 metros en patinaje de velocidad en la edición de 1984, para ganar ese mismo metal en los 1.000 metros, cuatro años más tarde.
De ahí pasó al ciclismo en pista en Seúl, por primera vez abierto a las mujeres, donde lograba la plata en la velocidad, al caer en la final ante la entonces soviética Erika Salumäe. Sólo participó en aquella edición de la versión de verano, pero en los de invierno estuvo en cuatro ocasiones y salvo en Lake Placid 1980, en todos logró alguna medalla.
Simmerling, en su época de esquiadora. Foto Facebook
Un caso muy similar es el de De Haître, olímpico en patinaje de velocidad en
2014 y 2018, aunque sin resultados notables, se reconvirtió también en pistard y logró su primer objetivo: estar en Tokio con
la cuarteta, con la que acabó quinto. El segundo objetivo, volver a unos
Juegos invernales, este año en Pekín, no pudo lograrlo, quizá por la cercanía
de apenas seis meses desde la cita de Tokio.
También desde el patinaje llegó Van Riessen. Bronce en los 1.000 metros en los Juegos Olímpicos de 2010, repitió presencia en 2014, aunque lejos del podio, para pasarse posteriormente a la pista, también en distancias cortas. Fue la segunda integrante del dúo de velocidad, acompañando curiosamente a dos campeonas olímpicas en keirin, Ellis Ligtlee -terminando quintas- y Shane Braspennikcx -cuartas-.
Van Riessen, en su época de patinadora. Foto: Wikimedia Commons |
Y dejamos para el final el curioso caso de Straathof. Campeón del Mundo junior de patinaje de velocidad en 1992, compitió en los Juegos Olímpicos de 1994 en su evento principal, los 1500 metros, aunque sólo pudo ser noveno. Nuevamente campeón del mundo, absoluto ahora, en 1996, no logró clasificarse para los Juegos Olímpicos de 1998 ni de 2002.
Por aquel entonces, ya había
conocido al ciclista con discapacidad visual Jan Mulder, del que pasó a ser su
piloto, y con el que no sólo se clasificó para los Juegos Paralímpicos de
Sydney 2000, sino que ambos subirían a lo más alto del podio en la persecución.
Tanto le gustó el ciclismo en pista que llegaría a ser miembro de la
cuarteta olímpica, interviniendo en Atenas 2004, donde terminarían en quinto lugar
No hay comentarios:
Publicar un comentario