Aunque el pasado mes de noviembre anunció que dejaría su cargo como director ejecutivo de Cycling New Zealand basándose en su deseo de regresar a su país después de dos años sin poder desplazarse por las restricciones de la pandemia, el destino de Jacques Landry no ha sido Canadá, sino Suiza, como Jefe de Entrenamiento y Desarrollo del Centro Mundial de Ciclismo (WCC en sus siglas ingresas, CMC, en castellano) de la UCI, cargo que ocupa desde principios de enero, a las órdenes del director Vincent Jacquet.
Landry, en el velódromo del CMC en Aigle |
Inaugurado en 2002, el CMC ofrece entrenamiento y
desarrollo para alrededor de 100 ciclistas de todo el mundo cada año en las
disciplinas olímpicas de carretera, pista, bicicleta de montaña y BMX Racing.
Colabora estrechamente con sus centros satélites ubicados en Sudáfrica, India,
Japón, Corea del Sur y Portugal, para la formación no solo de corredores, sino
también de personas que trabajan en las diferentes profesiones del ciclismo. En
el caso del ciclismo en pista, cuatro corredores del centro, los trinitenses
Kwesi Browne y Nicholas Paul, el surinamés Jaïr Tjon En Fa, y el
sudafricano Jean Spies, estuvieron en los Juegos Olímpicos.
Una de las primeras prioridades de Landry ha sido familiarizarse
con estas diferentes facetas del CMC, y trabajar con el personal del centro en la detección y capacitación de talentos para ayudar a los Comités
Olímpicos Nacionales con la calificación de los ciclistas para los Juegos
Olímpicos de París 2024 y Los Ángeles 2028.
Todo ella dando la misma importancia al desarrollo
personal de cada atleta en su formación como a su desarrollo como ciclista. “Por
supuesto que queremos ayudar a los jóvenes atletas a lograr sus objetivos y es
genial si pueden representar a su país en las principales competiciones. Pero
también queremos que puedan retribuir al deporte, y esto puede ser
trabajando en su país de origen”.
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