La prohibición establecida por la UCI para que las deportistas transgénero no puedan competir como ciclistas femeninas a raíz del caso Emily Bridges, hasta que no haya una revisión por parte de un panel de expertos, sobre el que no se tiene ninguna información precisa, según denunciaba Cycling News, ha dado un paso más con la decisión de British Cycling de proceder “a la suspensión inmediata de la política actual, a la espera de una revisión completa, que se iniciará en las próximas semanas”, según informó este organismo ayer en un comunicado.
British Cycling considera que su normativa “se creó luego
de una extensa consulta externa e interna, la revisión nos dará tiempo para
una mayor discusión con todas las partes interesadas, incluidas las mujeres y
las comunidades transgénero y no binarias” y que “como organización,
seguimos comprometidos a garantizar que las personas transgénero y no binarias
sean bienvenidas, apoyadas y celebradas en la comunidad ciclista, y la
inclusión de estos grupos en actividades no competitivas no se ve afectada por
la suspensión”.
El comunicado termina diciendo que “el desafío es mucho
mayor que un evento o un deporte, y solo trabajando juntos podemos esperar
encontrar una solución oportuna, que logre la equidad de una manera que
mantenga la dignidad y el respeto de todos los atletas”.
No obstante, la decisión de la federación británica puede haber sido
provocada también por otro tipo de oposición interna. Según informa hoy ‘The
Telegraph’, hay una carta firmada ya por más de 650 personas, incluidos
numerosos atletas olímpicos y campeones mundiales y otros notorios
personajes públicos, en contra de la política actual, y que incluso habrían
boicoteado el Nacional británico del pasado fin de semana si se hubiera
permitido participar a Bridges.
Solamente el miedo a la reacción de los patrocinadores ha
disuadido a las ciclistas expresar públicamente su oposición a la
controvertida orientación transgénero, según indica el diario británico.
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