La sargento mayor Lisa Brennauer con su oro olímpico. Foto: Facebook Lisa Brennauer |
El origen del apoyo a los deportistas alemanes está en una propuesta
del Parlamento Alemán en 1968 para establecer grupos de apoyo que sirvieran
para promocionar a los mejores atletas. La Confederación de Deportes
Olímpicos (DOSB) es la que selecciona a los deportistas para ingresar en el
Ejército, en base a su currículum deportivo. Aunque inicialmente había 25
grupos, en la actualidad se han reducido a 15, siendo los de Frankfurt Oder y
los de Todtnau, en la Selva Negra, los que suelen acoger a los pistards.
La cabo Lisa Klein. Foto: Facebook Lisa Klein |
En los pasados Juegos Olímpicos de Tokio, 63 mujeres y 91
hombres de los 434 atletas alemanes servían como soldados deportivos, es
decir, un 34% del total. Entre ellos, se destacan la sargento mayor Lisa
Brennauer, y las cabos Franziska Brauße y Lisa Klein, medallas de oro en la
persecución por equipos, o Emma Hinze, también cabo, plata en velocidad
por equipos.
Pero también eran militares -al menos en ese momento- los
olímpicos Felix Groß, Theo Reinhardt, Leon Rhode, Laura Sußemilch y Domenic
Weinstein, y los reservas Maximilian Dornbach, Marco Mathis y Paulina-Sophie
Grabosch, con un total de 30 ciclistas actualmente, según nos confirman
desde la BDR.
Lo más interesante es que desde 2015, el sistema también
apoya a los deportistas con discapacidades, con un total de 938 deportistas
y un presupuesto de 46 millones de euros, lo que convierten a la Bundeswehr
en el principal patrocinador del deporte alemán.
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