Aunque es cierto que ya estuvo con la selección absoluta en el Europeo de Plovdiv a finales de 2020, su actuación fue tan breve que casi podemos hablar todavía de un debutante. Nos referimos al vasco Jaime Romero, que será uno de los integrantes de la cuarteta en la Copa de las Naciones de Glasgow. Y teniendo en cuenta sus condiciones de persecucionista, es de esperar que siga siéndolo en otras citas, dada la apuesta federativa por esta disciplina.
Romero, en el Europeo junior y sub23 de Fiorenzuola. Foto: Fed. Española |
Desde que era juvenil de primer año, Romero ha apostado
por la pista. De hecho, tuvo una temporada muy buena, “pero el segundo
año en la categoría se me hizo muy raro y muy largo por la pandemia y luego
el primero como sub23 lo pasé casi en blanco por culpa de una mononucleosis.
Este año voy paso a paso, progresando”.
En estos primeros meses de la temporada, “me estoy
centrando más en la pista. Apenas he corrido con mi nuevo equipo -el Drone Hopper-,
pero estoy pensando en objetivos más adelante, en verano. Ahora tengo que intentarlo hacer
lo mejor que pueda y a ver si voy a alguna Copa más”. De hecho, se ha
marcado el Europeo sub23, en julio en Anadia, como su principal objetivo, “y
luego ya veremos”.
Por el sistema de puntuación del ciclismo, ahora mismo su
participación con la selección se limita a las dos persecuciones, al no tener los
250 puntos necesarios para participar en otras disciplinas. “No es fácil correr
otras carreras, estando gente como Mora o Martorell, pero sí que he pensado ir
a alguna prueba en el extranjero para sumar puntos”.
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