Van Dijk, en el tunel del viento. Foto: Trek-Segafredo |
El concepto básico es el CdA, es decir, ese
coeficiente de resistencia que conforma el conjunto ciclista-bicicleta y que
debe ser el menor posible, de forma que la potencia del ciclista se
transfiera de la forma más efectiva posible, venciendo la resistencia al
aire.
Van Dijk avisaba recientemente de que al ser una corredora
más voluminosa estaba en desventaja en relación a la actual poseedora, Joss
Lowden, más menuda y que ofrecía un área frontal más limitada, que ‘penetra’
mejor en el aire. Pero hay otros factores en los que se ha estado trabajando
como posición, configuración y material de la bicicleta y que básicamente es la
misma que utiliza en las contrarrelojes de carretera. “Tuvimos un pequeño
examen. Lo juntamos todo y revisamos el CdA, y fue incluso mejor que antes”, manifestaba
Larrazábal. “Si todo está bien, creemos que podemos poner el récord en 49
kilómetros”.
En este sentido destaca que “ha demostrado en su carrera que
es una especialista. Ser especialista no es solo ser fuerte, o ser bueno en
algo. Ser especialista es también querer hacerlo y tener esa paciencia para
ello. Tener ese enfoque especial, especial cuidado en las bicicletas, los
detalles, las pequeñas cosas que pueden mejorar el CdA”.
Foto de archivo de Josu Larrazábal. Foto: Trek Segafredo |
Pero volviendo con la aerodinámica, y más en concreto con la
densidad del aire, la presión barométrica es clave: Un día húmero será
mucho más favorable que uno seco. “Puedes ayudar un poco subiendo la
temperatura”, expone Larrazábal. “Pero cuanto más alta pones la temperatura,
también tienes que lidiar con el estrés por calor. Así que tienes que
encontrar un buen compromiso allí, porque de lo contrario, puedes ganar
aerodinámicamente pero luego estás perdiendo fisiológicamente".
La
distancia real del récord
Hay un segundo factor que parece de Perogrullo, pero que
también merece una explicación, la distancia del récord de la hora: “No
se trata de la distancia real y la velocidad real que puedes medir con un
Wahoo”, comenta el técnico vasco. “No pones un sensor de velocidad en tu
bicicleta y te vas. Se trata de contar vueltas. Al final, la técnica tiene
mucho que decir”. Y es que hay que trabajar mucho en mantener esa línea recta,
en rodar sobre la línea negra que es la que marca la distancia. “Cuando hablas
del récord de la hora, esos pequeños movimientos hacia la izquierda o hacia
la derecha que puedes tener naturalmente, son metros extra que estás regalando”.
Y no es tan fácil como se piensa, no sólo por la inercia que
‘escupe’ al ciclista hacia fuera en los dos virajes, sino también porque la
posición aerodinámica obliga a mirar constantemente hacia abajo y a perder
esa referencia de la línea recta.
No cambiará mucho su posición de la CRI al velódromo Foto: Trek Segrafredo |
Además, las sesiones de mayor intensidad han tenido lugar a
las cinco de la tarde, la hora H. “Estamos tratando de establecernos en esos
rangos para asegurarnos de que el día del récord, físicamente, sea algo que
conozcamos, algo que el cuerpo reconozca, algo que ayudará al cuerpo a
rendir al mejor nivel”.
La posición también conlleva otra ‘desventaja’: la
imposibilidad de poder tener información sobre el desempeño, mirando algún tipo
de pantalla exterior, ya que ese movimiento puede romper la aerodinámica o
la línea recta. Por ello, el método tradicional de la colocación del técnico
para indicar si se va rodando por encima o debajo de lo previsto, se
adornará con información adicional cuantificada, en base a la posición en la
pista.
Y aunque si se bate el récord, Van Dijk será la persona
más feliz, Larrazabal terminaba
indicando que “a veces,
un ciclista puede ganar una carrera casi sin ayuda. Y sí, están usando tu
bicicleta y son parte del equipo y todavía lo disfrutas. Pero este es
el ejemplo extremo de optimizar un proceso. Y está tan optimizado que todos
agregan algo de alguna manera, en cada momento. Eso es lo más especial”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario