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El bronce olímpico, en velocidad, su último gran éxito. Foto: UCI Track |
Tras la retirada del ahora su seleccionador, Jason Kenny, el
escocés Jack Carlin se ha quedado como el gran referente de la velocidad
británica. A sus 25 años, ha cosechado numerosas medallas en los grandes
eventos: plata en velocidad por equipos y bronce en la individual en los
Juegos Olímpicos; tres subcampeonatos del mundo en estas disciplinas
entre 2018 y 2020, y otros tantos podios en los Europeos. Pero le falta
subir al máximo escalón: los neerlandeses siempre han sido un obstáculo insalvable,
pero los Juegos de la Commonwealth, este verano en Birmingham -aunque se
disputen en el Lee Valley Velopark londidense-, se presentan como la gran
oportunidad... siendo otra competición en la que no ha pasado aún de la
plata, en Gold Coast 2018, también en velocidad.
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En los anteriores Juegos de la Commonwealth. Foto: British Cycling |
“Espero hacerlo mejor que hace cuatro años. Corro por Gran
Bretaña todo el tiempo, pero
solo puedo correr por Escocia una vez cada
cuatro años. Eso es lo que hace que los Juegos de la Commonwealth sean un
evento tan especial. Quiero estar en lo más alto de ese podio con Escocia.
Hay muchas bromas entre cada nación y, al final del día, todos estamos
orgullosos de nuestro propio país”,
comentaba recientemente en una entrevista en Daily Record, donde recalcaba: “Haré todo lo posible para
traer a casa una medalla de oro para Escocia, aunque habrá mucha competencia”.
Son muchos los casos como el de Carlin en el que las
lesiones en otros deportes le llevaron al ciclismo. “A los 14 años, me
fracturé ambos tobillos jugando al fútbol y comencé a andar en bicicleta como
una actividad sin impacto para mantenerme en forma mientras me recuperaba. Pero
fue con una bicicleta de montaña y salía a andar con mi padre por los senderos
alrededor de Paisley donde crecí”, contaba hace unos meses en Cycling Weekly.
De ahí, a la pista “donde sufría para aguantar al grupo y luego esprintaba al
final para ganar”, hasta que a los quince años se decidió, con un programa ex
profeso para él. Allí descubrió su mejor característica: “Siempre he sido
capaz de vaciarme por completo, hasta el punto de vomitar, con esfuerzos muy
cortos”. Con esas características, y después de haber visto a Chris Hoy
ganar el oro en los Juegos Olímpicos de 2012, la decisión estaba tomada,
aunque también recuerda al recientemente fallecido John Paul como modelo e inspiración. Y paso a paso, se hacía primero con un hueco el el selectivo equipo de la velocidad británica, para se ahora mismo el gran referente.
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Vacío, como suele terminar, tras competir en Milton. Foto: British Cycling |
Carlin, que no se considera una persona nerviosa, manifiesta
una curiosa forma de controlar la situación. “La velocidad puede ser un
esfuerzo breve y agudo, pero cuando estás en la carrera, todo se siente lento y
metódico, siempre que siga mis instintos y me comprometa al 100%, eso es
todo en lo que necesito pensar”. De la misma forma, tampoco está obsesionado
por el peso. “No me preocupo demasiado por eso, excepto en las carreras clave. Necesita
proteínas lo suficientemente altas para recuperarse bien y carbohidratos lo
suficientemente altos para tener energía al día siguiente. Pero no necesito
sentarme por debajo del 10 % de grasa corporal durante todo el año; 15% está
bien la mayoría de las veces”.
Por cierto, Kenny no será su técnico en Birmingham 2022,
aunque esté siendo el responsable de sus desempeños en estos meses. “Tiene
mucha experiencia y lo que más me ha llamado la atención es que sabe
exactamente cómo quieren ser tratados los ciclistas. Somos humanos al final del
día, no somos robots y queremos ser tratados como tales. Él lo entiende
totalmente y lo cumple”, indicaba en Daily Record.
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