Sportpaleis d'Anvers, el primer velódromo cubierto en acoger un Mundial, y durante mucho tiempo el más grande del mundo. Twitter David Guenel |
De esta forma, los aficionados afrontarían seis pruebas
-velocidad, persecución individual y por equipos, kilómetro, tándem y medio fondo-
por las tres habituales de los profesionales -velocidad, persecución y
medio fondo- y las dos femeninas -velocidad y persecución-. Un programa
que se mantendría durante todo el periodo que analizamos hoy, hasta 1972,
salvo ese último año, en Marsella. Y es que se decidió que los años olímpicos
no hubiera Mundial en las disciplinas olímpicas, una norma que estuvo
vigente hasta Barcelona’92.
Morelon, uno de los mejores velocistas de todos los tiempos |
Daniel Morelon fue uno de los grandes protagonistas de
este periodo, al ganar cinco de sus siete títulos de velocidad (1966, 1967,
1969, 1970 y 1971), mientras que en profesionales se destacaron Patrick Sercu
(1967 y 1969) y Giuseppe Berghetto (1966 y 1968, tras haber ganado el año
anterior, en San Sebastián). Morelon también sumaría un oro más, el inaugural
en tándem, en una disciplina en la que subiría otras cuatro veces al podio
en este periodo, aunque la pareja más destacada sería la de los alemanes Hans-Jürgen
Geschke -el padre del actualmente profesional Simon- y Werner Otto,
con dos oros (1969 y 1971) y una plata (1970).
Niels Fredbog, triple medallista olímpico en el kilómetro,
con el oro en Munich’72, también brillaba en los Mundiales, que se llevaba
en 1966, 1968 y 1970.
Tamara Garkuchina. Foto: Wikipedia |
Nos quedan las pruebas de mediofondo donde España no pudo
seguir con la triunfal trayectoria que comenzó Guillem Timoner, aunque el
inolvidable Toni Cerdá lograba el bronce en Leicester’70. El neerlandés
Piet de Wit (1988 y 1967) y el alemán Horst Gnas (1971 y 1972) se llevaban dos
victorias en la categoría amateur en este periodo, mientras que entre los profesionales
destacaron los belgas Leo Proost (1967 y 1968) y sobre todo Theo
Verschueren, subcampeón en 1969 y 1970, y campeón en 1971 y 1972.
Terminamos este repaso con las pruebas femeninas. La
velocidad seguiría siendo coto cerrado de las soviéticas, con Galina Tsareva
como triple ganadora en 1969, 1970 y 1971, y con Galina Ermoleava volviendo a lo
más alto en 1972, conquistando su sexto ‘arco iris’, nueve años después del
anterior. La persecución, tras el último triunfo de Beryl Burton (1966) daba
paso a una nueva etapa soviética, con Tamara Garkuchina como figura de
referencia: ganadora en 1967, 1970, 1971 y 1972, pero también los dos años
siguientes, a los que nos referiremos en las próximas entregas.
Y es que 1973 también tiene un interés especial como para
dedicarle un capítulo específico, ya que suponía el segundo Mundial español,
con regreso a San Sebastián, pero en unas condiciones muy distintas a las
de 1965.
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