Si hay algún detalle significativo que resuma la presencia española en el último Europeo ha sido la gran cantidad de personal técnico que acompañaba a los corredores de la selección. Acostumbrados a haber vivido los tiempos en los que iban uno o dos mecánicos y otros tantos ‘masajistas’, ver a un plantel tan especializado -y experimentado, además- con personal específico para las féminas, para la velocidad o para el fondo nos podría producir una impresión de que las cosas están cambiando y que imitamos a las mejores selecciones del entorno. ¡Que espejismo!
Parte de la expedición española en Múnich, posando con el secretario de Estado. Foto: Fed. Española. |
En segundo lugar, porque todos estos técnicos no son
personal federativo, sino refuerzos ‘por días’ para momentos específicos, no
para asentar una estructura que sigue presentando muchas lagunas en el
trabajo día a día. Por ejemplo, que no hubiera un solo técnico en la
concentración en Galapagar de los juniors para el Mundial: allí se siguió con
la obsesión del equipo de rendimiento federativo por los tests, sin ningún
trabajo que les sirva a los corredores para mejorar realmente en lo que
tienen que hacer, de saber cómo tiene que correr las pruebas específicas,
especialmente una persecución por equipos o una madison.
¿Dimitirá alguien si no hay madison en el
Mundial?
Tampoco hay una dirección que esté
gestionando esos aspectos necesarios para que la pista tenga futuro,
desde la captación de ciclistas profesionales, hasta tener un calendario nacional
e internacional de competiciones eficaz y eficiente para conseguir puntos, y no
suceda lo de ahora, con la participación en la madison del Mundial francamente comprometida por la Mora-Torres-dependencia. Y qué decir sobre
la imperiosa necesidad de un programa de captación de velocistas. Todo ello
con el agravante de que, como vimos en Múnich, y en otros momentos de la
temporada, por primera vez en muchos años hay dinero: pero no sólo no se
invierte bien, sino que se gasta en actividades inncesarias. Y todo ello acompañado de una flagrante ausencia de información, algo que no se entiende en una entidad a la que tanto le gusta 'venderse'.
Villanueva, un buen refuerzo para la velocidad... si estuviera integrado y trabajando en todo lo que esta disciplina necesita. Foto: Fed. Española |
Es mejor es criticar a quien escribe en
contra del ‘pensamiento único’, de que todo va mejor que nunca y viento en popa,
como se refleja desde la propaganda federativa, donde se lanzan frases
como esta joya referida a la persecución masculina: “El tiempo, 4:03.340, ha
mejorado en más de segundo y medio el crono marcado en Glasgow y deja
impreso en el seno del combinado nacional la sensación de que los pasos que se
están realizando están siendo firmes hacia delante”. Para reírse por no
llorar, ya que los tiempos son muy superiores a los que se hacían hace diez
años y se han quedado tan estancados como demuestra estar a más de veinte
segundos del récord del mundo y con 17 países con mejores plusmarcas
nacionales que la española.
Tocar fondo… y seguir escarbando
Desgraciadamente, es prácticamente unánime que la
pista española atraviesa el peor momento de su historia, que ha tocado fondo…
aunque con las últimas actuaciones se está escarbando para ir más abajo aún,
por mucho que se quiera aparentar lo contrario. A quienes lo manifiestan claramente se les descalifica, diciendo que lo hacen por rabia o por despecho,
cuando lo único que desean es que esto mejore… y no tienen ningún tipo de
atadura o dependencia para llamar ‘pan al pan, y vino al vino’.
Escobar, ex ciclista y ex técnico, una de las personas más críticas con la situación actual, en una de sus acertadas opiniones en redes que todos comparten |
Por lo demás, la actuación española en Múnich se resume en la progresión de Alejandro Martínez en el kilómetro, aunque no se está haciendo nada para que el alicantino pueda estar en Paris 2024, donde debe 'entrar' a través del keirin o la velocidad, ya que la disciplina en la que está brillando no es olímpica; a la profesionalidad que demuestran en cada evento Mora y Torres, aunque el menorquín no estuvo al nivel esperado en su regreso a la pista, y al compromiso de todos y cada uno de los corredores -tanto de los presentes como algunos que incomprensiblemente se quedaron fuera-, a los que no es necesario darles sermones con lo que no deben hacer, ni promesas vacías, solo los medios necesarios, ahora que se puede, y que se adapten a los requisitos de “exigencia, excelencia y ayudas”, tal y como el CSD. trasladaba esta semana a otros deportes.
Excelente artículo Luis. Hace mucho tiempo que se perdió el rumbo y basta mirar donde se estaba hace 10 años atrás y dónde se está ahora.
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