|
Podio del omnium masculino |
El refrán taurino de ‘No hay quinto malo’ puede adaptarse
perfectamente a la actuación de la selección española en el Campeonato de
Europa de Múnich, ya que la quinta y penúltima jornada supuso la primera
medalla a cargo de Sebastián Mora, el bronce en el ómnium, y la cuarta plaza de
Alejandro Martínez en el kilómetro. Curiosamente el puesto del alicantino supuso
un ‘in crescendo’ después de haber mejorado la séptima plaza de la
clasificatoria, mientras que el tercer lugar del castellonense nos supo
a poco después de que llegara a la prueba final como líder, aunque dada la fractura
de clavícula sufrida hace apenas dos meses, hay que considerarlo como un excelente
balance. En todo caso, unos éxitos que no hacen sino ratificar que a falta de
proyecto colectivo en la Española, tienen que ser nuevamente las
individualidades las que salven el medallero.
Las dos pruebas tuvieron como ganadores a franceses,
Melvin Landerneau y Donavan Grondin, mientras que las otras dos finales femeninas
de la tarde, el ómnium y la velocidad, se fueron para Italia, con Rachele
Barbieri, y Alemania, con Emma Hinze, dejando a las ciclistas galas con una
plata que parecía que podía ser de oro.
Triple empate a falta del último sprint
Pocas veces se puede vivir un desenlace tan ajustado como el
que tuvo el ómnium masculino, ya que tres corredores, Mora, Grondin y Simone
Consoni se presentaban en el último sprint empatados a 144 puntos: el orden de la
llegada decidiría las medallas. Y el francés y el italiano quedaron por
delante del español, lo que supondría totalizar 150, 148 y 146 puntos. Y como
decíamos, un resultado que nos supo a poco, pero que al mismo tiempo confirmaba
la recuperación de Mora tras su fractura de clavícula -la que señalaba
con su mano en el podio- y que sigue siendo el gran referente del fondo en
España, le pese a quien le pese.
|
Mora y Consonni, en la puntuación. Foto: Fed. Española |
Mora terminaba cuarto en un scratch en el que los
cinco primeros ganaron vuelta, con liderato para el belga Van den Bossche; hacía una inteligente carrera tempo, para colocarse segundo en la general provisional
tras el belga, y accedía al liderato tras ser tercero en una eliminación
en la que cayeron pronto algunos de sus rivales, pero se veía quienes iban a
ser los que se jugasen el oro en la puntuación final: Mora sumaba 108
puntos, por 102 de Consonni, 100 de Vandenbossche, 96 del polaco Daniel
Staniszewski, 94 de Grondin y algo más atrás el neerlandés Philip Heijnen,
que tendría bastante que decir en la puntuación, con 88.
Y en la prueba final, pronto se vio que Mora tenía muchos
frentes en los que luchar: desde la mayor rapidez de Consonni y Grondin, que
comenzarían a recortarle diferencias, hasta intentos por ganar vuelta de
otros rivales más distanciados, destacando un ataque en solitario
completamente inesperado pero muy eficaz del neerlandés, que pasaba a liderar
la prueba a falta de 40 vueltas. No obstante, francés, italiano y español también
lograban el bonus, junto con otros ciclistas, aunque estaba claro que el
podio iba a estar entre ellos, sobre todo cuando se vio que Heijnen se
desfondaba. Lo que nadie esperaba es que la igualdad fuera total con ese
empate a falta del último sprint.
|
Martínez, sel séptimo al cuarto. Foto: Fed. Española |
“Solo por estar aquí para mí es un éxito”
“Solo por estar aquí para mí es un éxito, después de
haberme roto la clavícula en junio y llegar con cuatro semanas de entrenamiento”,
decía Mora en un vídeo-tuit de la Federación. “Por ello, me costaba en el sprint
mantener la posición aerodinámica. Me ha dolido, pero está muy bien según lo
que he entrenado”, para terminar diciendo que “aunque soy siempre ambicioso,
esta medalla de bronce sabe mucho mejor”.
Por su parte, Martínez nos tuvo a todos en ascuas en la
final del kilómetro. Los 1:00.908 de la clasificatoria le suponían entrar
entre los ocho mejores, séptimo, pero con un tiempo lejos de su plusmarca
personal (1:00.908 a 1:00372), con el sexto muy alejado y los tres primeros
por debajo del minuto. Pero por la tarde, el alicantino mejoraba algo su
tiempo 1:00.753, mientras que todos sus rivales lo harían peor. Y ello
supuso ir subiendo posiciones, aunque al final los tres mejores resultarían
insalvables: Landerneau (59.975), el sorprendente italiano Matteo Bianchi
(1:00.089) y el alemán Maximilian Dornbach (1:00.225). Para el otro español, Ekain
Jiménez, la decimoquinta plaza (1:02.928).
|
Podio del omnium femenino |
La final del ómnium femenino también se decidió en la parte
final. Un accidente en la puntuación obligó a una larga neutralización,
cuando quedaban ya pocas vueltas para el final y la carrera parecía un mano a
mano entre Clara Copponi y Daria Pikulik: la polaca había ganado tempo y
eliminación; la francesa, la eliminación, para llegar a la prueba final separadas
por 4 puntos, que serían los que mantendrían al final (171 a 167), en una
prueba marcada por las muchas vueltas ganadas. Solamente que, tras esa pausa en
la parte final por una caída colectiva, la italiana Barbieri, que ya parecía
descartada por el oro y bastante tenía con vigilar un posible asedio de Lotte
Kopecki, hoy muy irregular, se lanzaba en solitario sorprendiendo a las
dos primeras y con el ‘bonus’ de los 20 puntos revertía la situación, para
desesperación de Copponi, aunque posteriormente comentaba: “Es una carrera
de bicicletas, y nada más, y tengo que tomar todos los aspectos positivos,
porque hay muchos aspectos positivos; es mi primera medalla internacional y
estoy muy orgullosa del trabajo que he hecho". Para Tania Calvo, el
puesto decimocuarto (42 puntos), sin destacar especialmente en ninguna de
las tres primeras pruebas y terminar sin puntuar en la última.
|
Tercer oro para Hinze. Foto: BDR |
Tercer oro para Hinze
El último título fue el de la velocidad, donde Mathilde
Gros e Hinze ratificaban ser las más fuertes tras superar en dos
enfrentamientos en semifinales a Lea-Sophie Friedrich y a Laurine Van
Riessen. Vista la igualdad, parecía que el ‘factor cancha’ es decir, salir
primera, podría decidir la campeona, y más cuando la alemana ganaba la
primera manga y la francesa la segunda, según esa premisa. El sorteo del desempate
favoreció a Gros… pero en esta ocasión Hinze supo y pudo remontar y
adjudicarse su tercer oro, a la espera de conseguir el repóker mañana en el
keirin. Eso sí, no hubo doble presencia alemana ya que Van Riessen se
llevaba la consolación ante una Friedrich que no está al cien por cien en este
Europeo.
“No supe inmediatamente que había ganado. Solo supe cuando
la multitud celebró. No esperaba ganar. Mi estómago no ayudó. He vomitado,
he llorado, he pensado que no lo iba a conseguir. Pero desde mi equipo me
dieron energía y consejos y me ayudaron mucho”, dijo Hinze, mientras que
Gros manifestaba que “hubo algunas cosas buenas, pero también otras para
analizar más adelante. De todas formas, estoy feliz porque hace unos meses
no hubiera esperado esto”.
Inscripciones y resultados
No hay comentarios:
Publicar un comentario