El Congreso de la UCI celebrado con ocasión del Mundial de carretera de Wollongong, Australia, concedió su máxima distinción UCI Merite a diversas personalidades, entre ellas la australiana Anna Meares “por su excepcional carrera y su contribución ejemplar al ciclismo en pista a través de su espíritu de lucha y su extraordinario talento”, según se señalaba en el comunicado oficial.
Wikipedia, by Barry Langley, CC BY-SA 3.0 |
Salvo en su debut en Ballerup 2002, siempre consiguió al
menos una medalla en cada una de sus doce participaciones mundialistas siguientes,
entre Stuttgart 2003 y Londres 2016, siendo Apeldoorn 2011 su cúspide,
cuando se llevó tres ‘arco iris, en keirin, velocidad -el único de su carrera
en esta disciplina- y velocidad por equipos. Ese año, curiosamente, se
saltó los 500 metros, la disciplina en la que más destacó, cuatro oros y
cinco platas, aparte de un título anterior, cuando era junior, en
Trexlertown 2001.
En el resto de pruebas, sumó tres títulos en keirin, con
cuatro platas, y tres en velocidad por equipos, siempre junto a la ahora
seleccionadora británica Karlee McCulloch.
Su ‘efectividad’ también se vivió en los Juegos
Olímpicos, donde también ‘mojó’ en sus cuatro participaciones y sumó al
menos una medalla en todas las disciplinas, con sendos oros en Atenas 2004,
en los 500 metros, y en Londres 2012, en velocidad individual, año que
también subió al podio de la velocidad por equipos.
De las corredoras en activo, la más laureada es Laura
Kenny, con quince metales: siete oros, otras tantas platas y un bronce, en
persecución por equipos, ómnium y scratch.
Mañana conoceremos a los dos corredores más laureados de los Mundiales.
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