Lavreysen y los aficionados oranje. Foto: UCI Track |
Son países que viven la pista desde una perspectiva
global, por mucho que tengan aspectos más fuertes y carencias en otras
disciplinas, pero que trabajan por tener ese todo homogéneo.
Por ejemplo, Países Bajos tiene la mejor velocidad del
mundo masculina liderado por Harrie Lavreysen -dos oros y una plata- y Jeffrey
Hoogland, aunque cedieran por primera vez en la prueba por equipos ante una
sorprendente Australia y una de las mejores femeninas, pero también un
prometedor equipo de mujeres fondistas, con una cada vez más sólida Maike Van
der Duin -dos platas-, y notables individualidades masculinas, con Yoeri
Havik también en arco iris.
Viviani... y la selección italiana. Foto: FCI |
Francia lleva una excelente progresión de cara a sus
Juegos, aunque sus equipos masculinos de velocidad y persecución fallaran por
diferentes motivos. Por el contrario, su cuarteta femenina ya es capaz de
luchar por las medallas, liderada por una Clara Copponi que se ha quedado
tres veces en puertas del oro en Europeos y Mundiales. Y su trío femenino
se acerca peligrosamente a la élite, conducido por una Mathilde Gros ya
plenamente consciente de sus posibilidades y una espectacular Taky-Marie-Divine
Kouamé, que no tiene ningún complejo a su edad. Si a eso le unimos la solidez
de Benjamin Thomas, notablemente acompañado de Donavan Grondin, las esperanzas
son máximas, aunque ya hablaremos más ampliamente en otro artículo.
Por su parte, Alemania ha bajado del liderato a la cuarta
plaza del medallero pero su potencial no debe resentirse. Aun sin Lisa
Brennauer tienen mimbres para poder seguir brillando en la persecución
femenina, mientras que sus velocistas siguen siendo las mejores del mundo, a
pesar de la eclosión de las dos galas. A poco que suban su nivel masculino
en ambas facetas, volverán a lo más alto del medallero.
Hayter. Foto: British Cycling |
Por detrás, algunos trabajos interesantes como los de
Bélgica, liderada por una Lotte Kopecki que tiene mucho que decir en los
velódromos o Australia con su equipo de velocidad masculino. Y sin olvidar
otros corredores a nivel individual, entre los que destacaría a la sólida
Jennifer Valente y al prometedor Dylan Bibic.
En total 16 países han accedido al medallero de
Saint-Quentin-en-Yvelines, en una tabla que cierran Colombia y España con sendos
bronces y que en el caso de la de Alejandro Martínez significa volver a
la racha de medallas que se rompió en 2021, pero nada más, por mucho que
algunos quieran sacar pecho, ya que el mérito es del corredor y de su
entorno, nada más. Otra individualidad más en un país en el que falta
mucho, todo, por hacer para poder pensar no en resultados, sino simplemente en
una filosofía como la de las cinco primeras naciones.
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