Para buena parte del mundillo ciclista el conocimiento de
Dan Bigham se limita a su papel en los últimos meses en el récord de la hora.
Algunos ni siquiera valoran el hecho de que durante algunos meses fuera el
poseedor de tal honor, en la que sin duda es la prueba más dura del ciclismo. Para
otros es simplemente el ingeniero de INEOS, sobrevalorando estos conocimientos,
sin darse cuenta de que para llegar a 55,548 kilómetros en una hora no basta con optimizar al máximo la aerodinámica -la faceta en la cual es uno de los
mayores expertos mundiales- sino también hay que darle a los pedales.
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Bigham, en el pasado Nacional británico. Foto: SWPix/British Cycling |
Bigham (Newcastle-under-Lyme, 1991) no es un cojo
precisamente.
Algunos quizá sólo le conozcan por su medalla de bronce en la prueba
mundialista contrarreloj de relevos mixtos, en Yorkshire, en lo que fue su
regreso a la selección británica, con la que tenía una corta pero intensa
historia de desencuentros, de ‘enfant terrible’
por no comulgar con la línea
oficial de British Cycling. Y es que, en aquellos años, Bigham puso en
marcha ese
ilusionante proyecto de Derbados, esa cuarteta del Huub Watbike que
fue capaz durante un par de temporadas de plantar cara a las mejores
selecciones del mundo, que si no siguió creciendo fue por las normas UCI
que limitaron radicalmente el protagonismo de los equipos comerciales, por la
pandemia… y
porque el propio Bigham apostó también por su faceta profesional.
Y comenzó a trabajar como especialista en aerodinámica de la selección danesa,
con la que también hizo historia en 2020 con unos récords imposible, pero que terminaba
cediendo en la final olímpica ante la Italia de Ganna, el ahora su pupilo en
INEOS, donde fichó como ingeniero de rendimiento a principios de la presente
campaña. Pero mientras tanto
, Bigham era capaz de seguir compitiendo a un
altísimo nivel: en los Campeonatos Británicos, en marzo pasado, en Newport,
era capaz de
terminar la persecución en 4:05.274, un registro que sólo han superado el piamontés y Ashton Lambie.
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En su etapa de HUUB-Watbike. |
Pero no vamos a hablar de pasado, sino de futuro, ya que Bigham
vuelve a aparecer en unos Mundiales -su última participación fue en los de
2018, en los que intervino en la persecución individual, noveno, pero nunca con
la cuarteta-. Esta tarde formará parte del equipo británico, junto a Ethan
Hayter, Ethan Vernon y Ollie Wood,certificando que el desencuentro ha
terminado, que todo lo sucedido está olvidado y que está dispuesto a aportar
su granito de arena, al menos como corredor, para que Gran Bretaña vuelva a
estar en el podio olímpico, dentro de dos años en Paris. Porque no sabemos
hasta qué punto British Cycling puede contar con sus conocimientos
profesionales.
En una interesante entrevista en CyclingNews contaba que
ese es el “objetivo final que realmente me quiero marcar como ciclista”. Y es
que tampoco hay que olvidar el hecho de que “en mi cabeza también está el
hecho de que Dinamarca no ganó en Tokio, y es algo que me dolió”. Reconoce
que tiene esos “asuntos pendientes” con la persecución por equipos. Bigham añadía
que el ambiente en el equipo -y en lo que le rodea- es muy bueno y que
conoce a ciclistas como Hayter –‘pupilo’ suyo en INEOS-, Charlie Tanfeld
-excompañero en Huub Watbike- o Vernon, con el que corrió hace años en
carretera, para terminar diciendo que “faltan 22 meses para los Juegos Olímpicos
y, con suerte, podemos dar un gran paso adelante y Gran Bretaña puede ser el
gigante de la persecución por equipos que era hace un par de ciclos
olímpicos".
Entrevista completa
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