Con unos medios informativos cada vez más centrados en llenar sus espacios lo más rápidamente posible, reproduciendo textualmente los comunicados oficiales sin el más mínimo espíritu crítico para dedicar unos minutos a contrastar informaciones o para ampliar datos más allá de lo que se les 'vende', y con una disciplina absolutamente marginada en todos los sentidos a nivel federativo, a nadie le debe extrañar que la ausencia de pistards españoles en dos pruebas de tanta tradición en nuestro ciclismo como la madison y la puntuación haya pasado casi desapercibida. Algo que si nos lo hubieran dicho hace diez o quince años nos habría provocado hilaridad, por el potencial -y las medallas- que siempre se ha tenido en estas disciplinas. Pero que ahora nos debe causar preocupación y más por lo poco que ha preocupado este hecho donde debía preocupar, valga el juego de palabras.
Madison: ausencia en 2022 y muchos problamas para el 2023
Mora, en el Europeo. Foto: UEC |
Conclusión: la madison española no estará esta semana en
los Mundiales… y además dejará de sumar unos puntos preciosos con los que
asegurar su presencia en los de 2023, que sí cuentan para la clasificación
olímpica. Y unos puntos que no se pueden sustituir por otros, pero que se deben
compensar por una mayor presencia en otras pruebas CL1 y CL2 del calendario. ¿Hay
ya algún plan para comenzar a ‘sumar`? Por lo que sabemos, no desde la
Federación.
Puntuación: Sólo 'los de siempre' con los requisitos necesarios
La ausencia en la puntuación obedece a razones diferentes,
aunque también subyace la nula planificación federativa, la incomprensión
de lo que es la realidad de este deporte que deberían gestionar. En este
caso la prueba sí se clasificó… pero no hay ciclistas que puedan afrontarla.
La exigencia de 250 puntos UCI para poder participar en el Mundial limita los posibles
participantes, aunque la exigencia no es demasiado rigurosa: 98 ciclistas en el
mundo podrían tomar parte.
Pallares, en Fiorenzuola. Foto: Sei Giorni |
En este caso, la incompetencia federativa radica en que
había dos corredores relativamente cerca de esa barrera, Marcel Pallarés y Erik
Martorell, con 191 y 190 puntos. El segundo ya tiene unos objetivos en el
Mundial, pero con el primero, que tendría que ser uno de los hombres clave del
futuro de la pista española en el fondo, se debería haber buscado alguna prueba
para que consiguiera entrar entre los elegidos. Porque lo que uno no entiende es que se le llevase a Fiorenzuola, con un notable papel… y se le deje
luego en la estacada cuando más falta hacen los puntos para España. Y porque es muy triste que una Federación no tenga un plan para disponer de suficientes corredores con puntos para todas las pruebas.
En 2023, el ciclismo español contará con unas ayudas, las
del Team España, orientadas a potenciar la preparación de nuestros
deportistas para París 2024 pero que se
presentan como una buena oportunidad para el despegue de la pista, si se
quieren aprovechar, de cara a tener una élite más amplia y más preparada.
Lo que está claro es que el equipo técnico federativo actual no debería
ser quien gestionase este futuro, ya que han demostrado no saber adaptarse a
los nuevos tiempos y a las nuevas exigencias del ciclismo nacional. Y no
sólo en la pista. Pero en este país nadie dimite: lo más que pasa es que todo cambia para que nada
cambie.
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