Es lógico que una instalación con casi 60 años de vida acuse el desgaste de muchos años de uso (y de un mantenimiento bastante deficiente). Y en una zona tan lluviosa como Euskadi, lo habitual es que las deficiencias más comunes sean las goteras, que aparecen en el velódromo de Anoeta todos los inviernos.
La imagen que muestra el estado de Anoeta y la protección provisional |
A falta de soluciones estructurales, como planteaba el
presidente de la Gipuzkoana, Santi Osoro, la pasada semana en Diario Vasco,
la zona afectada necesita unas obras que están ahora mismo en estudio, pero
de forma que afecten de la menor forma posible al programa que contempla
competiciones todas las semanas y que tiene en el fin de semana de Reyes una
gran cita internacional, la Gipuzkoa Sari Nagusia, para la que Anoeta debe
lucir sus mejores galas. O, por lo menos, garantizar la celebración de la
prueba en las mejores condiciones.
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