Corte de cinta. Foto: BringArena |
Como ya hemos comentado anteriormente, se trata de una instalación
muy modesta: una pista de 200 metros, de 6 metros de ancho y con un peralte de
50 grados, en una estructura metálica de 4.500 metros cuadrados que se ha
cubierto con una carpa. Y con un mínimo aforo de un centenar de personas, en un
recinto que no tiene calefacción. Sin embargo, es perfectamente válido como
centro de entrenamiento -y no sólo para los pistards de Hungría sino incluso
de países vecinos- y para organizar algún evento menor.
Y aunque la primera competición oficial fue la salida de una
carrera de ciclocross, acto seguido se produjo el corte de cinta y una
exhibición en la que participaron algunos de los mejores pistards húngaros y
rumanos como Sandor Szalontay o Norbert Szabó.
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