Los Campeonatos de Europa élite se crearon en 2010, atendiendo a la reivindicación de las Federaciones Europeas, que no contaban con un evento continental -como ocurría en otras zonas- lo que les lastraba a la hora de sumar puntos UCI de cara a Mundiales o Juegos Olímpicos. La primera edición se celebró en 2010, en Pruszkow (Polonia) y curiosamente entre sus sedes hay una centroamericana, el Vélodrome Amédée Detraux en Baie-Mahault, Guadalupe, en las Antillas, pero oficialmente tan francesa como París.
Esta es la tercera ocasión que se celebran en Grenchen -Granges, en la grafía francesa-, tras las ediciones de 2015 y 2021, cuando el velódromo suizo fue la sede alternativa a Minsk, tras las polémicas con Bielorrusia. Con ello ‘empata’ con el Omnisport de Apeldoorn, que lo ha acogido en 2011, 2013 y 2019 y que desempatará el próximo año. Se trata de la primera vez que se disputa en el mes de febrero, ya que tradicionalmente ha tenido lugar en octubre o noviembre, salvo en las dos ediciones de los Europeos multideportes -2018 en Glasgow y 2022 en Munich-, que se celebraron en agosto.
La sede del evento será el Tissot Velodrome, inicialmente conocido como Velodrome Suisse, una instalación construida por iniciativa del mecenas Andy Rhis, promotor en su día del equipo Phonak y de las bicicletas BMC, cuya sede se encuentra junto al velódromo. La comuna de Grenchen, el cantón de Solothurn, la oficina federal de Deportes, Swiss Cycling y diversas empresas participaron en la construcción, con un coste de 17 millones de francos suizos y que fue inaugurado el 21 de junio de 2013, después de 15 meses de construcción. Este año, por lo tanto, celebran su décimo aniversario y nada mejor que conmemorarlo con este evento.
Uno de los aspectos que más se ha destacado es que con
este Europeo comienza el ranking olímpico para París 2024. Una
clasificación que se hará en base a los resultados de los Campeonatos
continentales de este año y el siguiente, a los dos mejores en las tres mangas
de la Copa de las Naciones de ambas temporadas y a los Mundiales de Glasgow
-los de 2024 no puntúan ya que son posteriores a los Juegos Olímpicos-.
Sin embargo, los puntos que se adjudican son los más
bajos de todo el baremo, ya que la UCI decidió incluir unos coeficientes
para que aquellos continentes con menos importancia no se beneficiaran de su
menor nivel. En concreto, se aplica un 0,75 a la tabla de puntos, que se quedan
en 450 para el ganador de una prueba individual (el doble para la madison o
la persecución por equipos o 675 para la velocidad por equipos) similares a
un decimocuarto lugar en un Mundial o un octavo en la Copa de las Naciones.
O, para no extendernos mucho, un octavo puesto en Grenchen (247) puntúa lo
mismo que un decimonoveno en Glasgow o un decimocuarto en Yakarta, El Cairo o
Milton.
Y aunque menos que en anteriores ciclos olímpicos, los
Campeonatos Asiáticos o Panamericanos siguen siendo más ventajosos para
naciones que pueden ser rivales de las europeas, como Japón, China, Canadá,
Estados Unidos, México o Colombia.
Unos puntos que, sin porcentajes reductores, también
valdrán para la clasificación del próximo Mundial, un aspecto realmente
importante lo mismo que los premios, que normalmente pasan bastante
desapercibidos, ya que a nadie le van a hacer millonario: 670, 335 y 180
euros para las pruebas individuales; 884, 450 y 225 para la velocidad por
equipos y la madison, y 1.180. 580 y 300 para la persecución por equipos, en las
mismas cuantías tanto para hombres como mujeres.
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