El siempre atinado Sergi Escobar comentaba en Twitter que
“deslimitar el desarrollo era de cajón”, algo con lo que no estaban de
acuerdo otros tuiteros, más preocupados por los aspectos de formación y por
las grandes diferencias existentes entre ciclistas que hay en estas etapas de
desarrollo. En cualquier caso, las dos opiniones son respetables y
asumibles, aunque me inclino por la que mantiene Sergi, pero con un matiz: la
formación no consiste en poner puertas al campo, sino en seguir trabajando
e ilusionando a aquellos que están más limitados y en no ‘quemar’ a los que
tienen la ventaja de ser más precoces en su desarrollo.
Dicho esto, la propia existencia de un Campeonato de
España cadete avala la tesis competitiva frente a la formativa… y con ello
resulta incomprensible que las plusmarcas obtenidas en esta categoría, en
general, y en este Campeonato, en particular y con algunas de gran valor como
los 12.206 de Leyre Toledo, no se recojan oficialmente, aunque sea por mera
estadística.
Y continuando con la ‘formación’ no he visto ningún
debate público sobre la inexistencia de control antidopaje en los
Campeonatos, aunque tampoco creo que sea ya muy necesario.
Un Campeonato extraño en sus ritmos
Un evento del que me volvió a agradar el ambiente
familiar que tienen los Campeonatos de estas categorías, aunque desgraciadamente
se generó una tensión innecesaria en algunos momentos, que prendió en las
gradas y se revirtió en la pista. Como dije hace un año, afortunadamente
esto no es fútbol, hay que animar a todos los chavales, aunque tengamos
nuestros preferidos en nuestros hijos, en nuestras selecciones… y no cebarse
en los rivales, aunque sus acciones no sean las más deportivas, porque otras
veces pueden ser los ‘nuestros’ los vituperados.
En este sentido, señalar que hubo un par de errores
arbitrales que no deberían haberse producido, pero que fueron solucionados de
forma más o menos satisfactoria… aunque nunca llueva a gusto de todos. Eso
sí, la eliminación en la categoría junior es una prueba que genera demasiada
tensión, por las ganas y nervios de los corredores, a los que aún les falta
la experiencia para tener un comportamiento más sosegado.
Comunidad Valenciana: desde antes y para el futuro
Baleares tuvo el premio a la mejor selección junior,
gracias a sus féminas, pero también a corredores como Joan Roca, aunque
también quiero señalar el gran trabajo de Navarra con Sergio Aliaga, de Javi
Carrasco en Madrid, que, a pesar de haber visto disminuidos sus recursos
económicos, fue capaz de ganar la prueba que mejor muestra el trabajo de un
país, de una región, la persecución por equipos, en la categoría junior. Y
que significativamente no se disputó entre las féminas por segundo año
consecutivo. Luego se quiere arreglar todo deprisa y corriendo en la categoría
élite, pensando que con la ‘ciencia infusa’ de nuestros técnicos de rendimiento
se arregla todo en dos años.
Tampoco quiero olvidarme de Extremadura, que pese a su
esfuerzo no pudo tener la selección que deseaba, tanto por la tiranía de
los puntos -algo que parece ya tan asumido a pesar de su injusticia que me
preocupa- como por la coincidencia con Roubaix que le obligó a prescindir de
uno de sus mejores juniors. Y es que siempre he pensado que estas fechas de
Pascua eran idóneas para el Nacional…. aunque ya hay quienes comienzan a
sugerir un adelanto. Ni tampoco me olvido de Aragón, donde el gran César Latorre
quiere mantener al precio que sea la llama viva de la pista: de momento con
María Caraballo lo está consiguiendo.
Olvidos justificables e injustificables
Individualmente, también me quiero referir a Hugo Sánchez, con el que hablaba hace poco. En un país con escasos velocistas, y
en el que. debido a las escasas oportunidades de promoción en esta disciplina,
casi todos se pasan al fondo, el andaluz quiere ser velocista. Desde su
Autonomía no va a contar con mucho apoyo, pero espero que la Española se
desmarque por una vez y sin que sirva de precedente, y haga todo lo posible
porque tengamos aunque sea solo uno.
Y no quiero terminar sin referirme al Club Ciclista
Galapagar, que realizó un gran esfuerzo para sacar adelante este Campeonato, y
además con nota alta, y que en algunos aspectos merece un mayor apoyo. No
me parecía lo más adecuado que el velódromo estuviera cerrado a cal y canto a
mediodía por una simple cuestión de vigilancia, cuando hay muchas personas que
pueden aprovechar ese tiempo-espacio, pero peor aún me parece el ninguneo
federativo a nivel de comunicación que tuvo su punto culminante en el
olvido -recordado sospechosamente un día después con el evento ya terminado- del
bonito gesto que tuvieron con su compañero y amigo Sergio Román Martín.
PD: Reconozco que se me había pasado, pero como me lo han recordado y es de justicia, mucho ánimo a la asturiana Myriam Rodríguez y a la balear Clara Blanco, que padecieron esa caída masiva que les obligó a dejar el Campeonato antes de lo previsto, así como al castellano-leonés Arturo Barros, también accidentado. Mucho ánimo a todos y espero volver a veros pronto en los velódromos.
Gracias a ti Luis por el apoyo, soporte y voz que das a las carreras de pista. Tu labor es meritoria y también debe tener su reconocimiento. Un abrazo
ResponderEliminarEl alto nivel mostrado por algunos, bastantes, cadetes sigue haciendo creer en un buen futuro. Esperemos que como otros muchos, no se vayan diluyendo por el camino. Cambio desarrollo ha sido acertado control antidoping podria ser aconsejable, aunque solo fuera como medida preventiva.
ResponderEliminarOtra vez no mencionas a las chicas que cayeron en eliminación. Myrian de Asturias y Clara de
ResponderEliminarBaleares fueron las peor paradas, no pudiendo continuar en la competición, para la que llevan un año entrenando. De todas formas , gracias por hacerte eco de este deporte
Tienes toda la razón. Y voy a corregirlo ahora mismo
EliminarComentas decisiones arbitrales.. No muy acertadas, como dices nunca llueve a gusto de todos y si no lluve valga la rebundancia algunos ya les va bien.. Vease ejemplo en el SRACHT de Juniors Masculino...
ResponderEliminarMuchas gracias
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