Tras los JJ.OO pasó a profesionales, interviniendo en los Mundiales
de ese mismo año, en los que logró el maillot arco iris, éxito que repetiría
seis años más tarde.
Sin embargo, fue en las carreras de Seis Días donde logró
sus mejores resultados, con un total de 23 triunfos, siendo el ciclista
británico más laureado en este tipo de pruebas. Aparte de los éxitos, tuvo dos
graves accidentes, el primero en los Seis Días de Múnich de 1989, con una
grave lesión que le tuvo en coma diez días y le supuso una larga
recuperación, y el segundo en los de Zurich, en 1994, que le llevó a la
retirada.
En 1995 fue elegido presidente de British Cycling,
pero su política de transparencia provocó que se le intentase destituir,
dimitiendo poco después. Desde 2009 figuraba como miembro del Salón de la
Fama de British Cycling.
Descanse en paz.
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