Hace pocos días, Sergi Escobar, en uno de sus habituales comentarios en los que muestra su conocimiento y su preocupación por la pista, manifestaba su pesar por la participación en los Campeonatos de España. “Se le ha perdió el respeto a esta prueba. Creo que tendría que ser imperativo participar en ella, al menos todos l@s corredores/as que quieran correr en el equipo nacional y punto!”.
En pista también han sido habituales las renuncias y me ciño
a un ejemplo bastante clarificador: Joan Llaneras. El de Porreres conocía
perfectamente cuáles eran sus grandes objetivos a lo largo de la temporada y
sabía cuándo su preparación no tenía que pasar por el Campeonato de España.
Para mí, su ausencia estaba perfectamente justificada, aunque se le echase en
falta en los Nacionales.
Y ahora las circunstancias son parecidas, aunque no
exactamente iguales. Hoy en día, casi todos los fondistas compaginan
carretera y pista. Por razones económicas fácilmente comprensibles, por mejorar sus prestaciones en
los velódromos, porque no le ven demasiado futuro a esto de la pista y
tienen que apostar por la carretera para llegar a profesionales… Infinidad de
razones que les llevan a tener que estar con sus equipos (de carretera) en
determinados eventos. Y ello supone renunciar incluso a unos Nacionales, aunque
sea la prueba estelar, la obligada -como dice Escobar-, de la temporada. Pasó en marzo en
Mallorca y pasará este próximo fin de semana en Valencia. Y entiendo, y justificó, perfectamente estas ausencias.
Todo ello por una razón muy simple: la nefasta planificación
de la temporada. Cuanto más coincidan los eventos de carretera y pista,
menos gente apostará por los velódromos. Tan sencillo de entender como complicado
de asumir viendo cómo la Española sigue solapando ambas disciplinas, en vez
de aprovechar las fechas en los que la ruta no es una competencia tan grande. Lo
lleva haciendo desde hace varias temporadas con la Liga de pista; el Campeonato de España de ómnium y madison
también tuvo ‘competencia’ rutera, y en esta ocasión programa unos
Nacionales absolutos coincidiendo con dos carreras por etapas sub23, e
incluso una Copa de España junior. Afortunadamente el desastre no es completo y
no hay pruebas femeninas de alto nivel, pero por simple casualidad, no
porque se haya ‘protegido’ el evento. Y curiosamente habrá más ausencias femeninas que masculinas.
Volviendo con la participación, más que las grandes estrellas, a quienes echo en falta
en Valencia son a la ‘clase media’, a esos corredores a quienes les gustan los
velódromos, que han brillado en ellos no hace demasiado tiempo, y que con
algunos alicientes más no sólo estarían en los Nacionales, sino que
posiblemente podrían terminar compitiendo con la selección, aunque a día de
hoy es una utopía por muchos convenios que se firmen, mientras que haya un
calendario de espaldas a la realidad de la pista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario