Durante cinco días -del 28 de junio al 2 de julio-, el Velódromo Nacional de San Salvador ha sido escenario de las pruebas de pista de los XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe, en las que participaron once países, Barbados, Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, Jamaica, México, República Dominicana, Surinam, Trinidad y Tobago y Venezuela, que afrontaron las doce pruebas olímpicas: velocidad individual y por equipos, keirin, persecución por equipos, ómnium y madison.
Fue México la nación que dominó claramente en el
medallero, con 9 oros, 1 plata y 3 bronces, por delante de Colombia (2, 10,
2) y de Trinidad y Tobago, con un metal de cada color.
Más inesperados fueron los éxitos en las masculinas, comenzando
con el triunfo colectivo de Jafet López, Edgar Verdugo y Juan Ruiz sobre el
trío colombiano, y de Ruiz, por delante del colombiano Kevin Quintero,
en el keirin, donde el gran favorito, Nicholas Paul, fue relegado. Eso sí,
el trinitense se ‘vengaba’ en la velocidad dando el doblete a su país con Kwesi
Browne como plata.
Pasando al fondo, Colombia no dio ninguna opción a México
en la persecución masculina, con Anderson Arboleda, Brayan Sánchez, Nelson Soto
y Juan Esteban Arango doblando en la final a sus rivales. En la femenina, triunfo más apretado de
las mexicanas sobre las andinas, con María Antonieta Gaxiola, Yareli Acevedo,
Lizbeth Salazar y Victoria Velasco subiendo a lo más alto del podio.
México remataba llevándose las cuatro pruebas de fondo,
y sin necesidad de repetir corredores. Velasco se adjudicaba el ómnium femenino
superando a Lina Rojas y a Amber Joseph, que le daba así la única medalla a su
país; Ricardo Peña, el masculino, por delante de Arango.
Gaxiola y Salazar eran las triunfadoras de la madison
femenina, donde hicieron valer una vuelta ganada y Fernando Nava e
Ignacio Prado completaban la relación de oros mexicanos, en la masculina, y
en ambos casos por delante de Colombia.
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