Crecido a la sombra de la gran estrella Azizulhasni Awang, todo el mundo ha hablado siempre del potencial de Muhammad Shah Firdaus Sahrom. Sin embargo, el velocista malayo ya no es un chaval -cumplirá los 28 años el próximo 26 de noviembre- y sigue sin cosechar un resultado que lance definitivamente su carrera, a pesar de las pinceladas con las que adorna su carrera, como la medalla de bronce en el keirin en los últimos Juegos de la Commonwealth o en el Campeonato Asiático de Nilai, o la plata en la Copa de las Naciones de El Cairo, en la misma disciplina.
Firdhaus, Awang y Beasley, en el Campeoanto Asiático de 2019. Twitter Awang |
"Cuando regresamos de Glasgow nos sentamos y pusimos
todas nuestras cartas sobre la mesa. Tuvimos la conversación que
necesitábamos tener”, indica el técnico australiano, que señala un interesante detalle.
“Soy un hombre muy mayor para esta generación de atletas y me ha llevado
mucho tiempo ganarme esa confianza. Pero ahora tenemos un vínculo muy bueno
y podemos contarnos cualquier cosa sin que se tome como algo personal”.
Ahora el objetivo es que pueda dar ese gran paso en los
Juegos Asiáticos, del 23 de septiembre al 8 de octubre en Hangzhou, China. “Hemos
comenzado a hacer cosas en el entrenamiento que nunca antes habíamos hecho y
le pedí que no preguntara por qué estamos haciendo todo esto. Sólo tiene que
saber que todo esto es para ayudarlo a seguir adelante". De esta
forma, señala que “físicamente no está demasiado lejos en este momento y sabe
lo que necesita hacer para mejorar en los Juegos Asiáticos".
Y es que con la retirada de Awang muy cerca, en el horizonte
de París 2024, el hueco en la velocidad malaya puede ser muy grande… salvo
que su sucesor de ese pequeño pero gran paso para llenarlo.
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