Mañana, el récord de la hora para Bussi. Saber más, misión imposible

El pasado 28 de septiembre, la UCI anunciaba que la corredora italiana Vittoria Bussi afrontaría el récord de la hora el 11 de octubre en el velódromo Bicentenario de Aguascalientes, México.

Es decir, mañana. Y pese a la proximidad de la fecha y que han pasado casi dos semanas, apenas ha habido ninguna noticia sobre la tentativa. Ni por parte de la corredora y su entorno, que se lo han currado de lo lindo para obtener la financiación necesaria, pero sin saber proporcionar el retorno comunicativo necesario; ni siquiera de la UCI, que es la propietaria de un activo bastante valioso, aunque cambie mucho el tratamiento según quien sea el actor, por no hablar de los gestores del velódromo hidrocálido, que tampoco saben aprovechar este acontecimiento. Ni siquiera hay una fotografía suya en México, ya que las pocas que han salido recientemente -como la que acompaña esta información- son de su preparación previa en Aigle..

En todo caso, es algo que no nos puede sorprender, visto como se desarrollaron, comunicativamente hablando, sus anteriores tentativas.

De hecho, aunque el intento es mañana, ni siquiera sabemos la hora exacta del mismo. Intentar saber de cualquier otro aspecto es absolutamente desesperante. Así pues, simplemente recordar que Bussi ya consiguió la plusmarca el 13 de septiembre de 2018, cuando marcó 48,007 y que la mantuvo por espacio de tres años, y que actualmente debe superar los 49,254 de la neerlandesa Ellen van Dijk, establecidos en Grenchen el 23 de mayo de 2022.

Y en una de las pocas declaraciones de la transalpina, si hace cinco años, su objetivo era simplemente pasar de los 48, ahora pretende acercarse a esa barrera de los 50. Al parecer, sus conocimientos de aerodinámica, basados en su formación universitaria y de doctorado en matemáticas, son su gran baza.

PD: Quizá mañana por la mañana alguna publicación especializada e interesada publique algo más... Pero para el resto de los mortales, saber algo más resulta una misión imposible.