Aparte de tener una excelente hornada de fondistas, y una cada vez más prometedora camada de velocistas, Italia está trabajando también para ‘desviar’ a algunos de los pistards que ya no tienen cabida en la selección absoluta hacia el paraciclismo, como pilotos de tándem.
Plebani, en sus tiempos con la selección italiana. Foto: UVP-FPC |
“Hace un año dije basta, porque estaba cansado de un
ambiente que no me representaba. Pero el presidente de la Federación
Italiana, Cordiano Dagnoni, me propuso convertirme en piloto de un
paraciclista”, cuenta en Corriere della Sera.
Tras probar con un primer ciclista invidente que no se
adaptaba a sus características, fue emparejado con Lorenzo Bernard, que “es
igual de alto que yo, del mismo peso y edad y acostumbrado al trabajo duro”. Y el poco tiempo transcurrido desde su
retirada le ha supuesto una relativamente fácil adaptación. “Somos dos, pero
tenemos que pedalear como si fuéramos una misma persona”.
No le dio tiempo a correr en el Súper Mundial de Glasgow,
pero sí en el Europeo, donde se quedaron a un paso del podio en la
contrarreloj. Ahora están entrenando para su debut en el Mundial de Rio de
janeiro, en pista, “mi especialidad cuando corría. En los entrenamientos en
Montichiari he comprobado que podemos ser competitivos en la persecución
individual, e incluso en el kilómetro, ya que ambos somos explosivos”.
Y quien sabe si ello significará el pasaporte para los
Juegos Paralímpicos. “Sería un sueño que pensaba que estaba ya acabado”.
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