Y como ocurre en Apeldoorn, con
puntos en juego de cara a la clasificación olímpica. Y son exactamente los
mismos en ambas citas, lo que es una ventaja para los ciclistas africanos
que, además, tendrán una plaza directa, en ómnium y velocidad tanto masculina
como femenina, si no la consiguen por el ranking mundial, con el fin de
propiciar la máxima representación continental en los Juegos Olímpicos. A día
de hoy, esas plazas corresponderían a Egipto en las dos pruebas femeninas y
a Sudáfrica, en las masculinas.
Será la cuarta vez que el
velódromo cairota acoja este evento -las anteriores en 2020, 2021 y 2023-
que comenzó a disputarse en 2015 y que también se ha organizado tres veces en Sudáfrica,
dos en Marruecos y una en Nigeria. Por lo demás, se pondrán en juego los
once títulos mundialistas habituales en cada categoría y sexo.
En cuanto a la participación, se
destacan nombres como la egipcia Ebitssam Zayed, con 34 títulos -en
todas las disciplinas menos los 500 metros-, el velocista sudafricano Jean
Spies, con 29 y no sólo en las pruebas cortas, el argelino Yacine Chalel o
la nigeriana Ese Lovina Ukpeseraye, aunque en esta ocasión no estará otro de
los grandes pistards africanos, Joshua Van Wik.
Fue precisamente Sudáfrica, con
trece medallas de oro, once de plata y ocho de bronce, solamente entre los
élites, la gran triunfadora de la última edición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario