Una de las primeras medidas que tomó Peter Keen cuando se hizo cargo de la parcela de rendimiento de la ‘recreada’ British Cycling a finales del siglo pasado fue remplazar los colores nacionales -rojo, azul y blanco- del maillot de la selección por un verde lima absolutamente novedoso y ajeno, lo que generó muchos sentimientos encontrados, y sobre todo una profunda indignación. Algunos años después, Keen le contaba a Peter Moore en su libro ‘Héroes, villanos y velódromos’ que “fue un intento deliberado de provocar”, una forma de plasmar su ideario sobre cómo iban a cambiar las cosas.
El cambio de imagen apenas duró un par de temporadas (*) y estuvo
acompañado de otras medidas mucho más prosaicas como contratar a un verdadero
técnico de pista como Martin Barras que fue el que empezó a sacar todo el
potencial que llevaban dentro los Jason Queally, Craig McLean, Chris Hoy y
compañía. Y como bien sabéis, las cosas cambiaron. ¡Y de qué manera!
En Apeldoorn hicieron
su mejor marca desde que los tres compiten juntos, con una sensible progresión en una pista que no era
demasiado rápida, y dando, además, la impresión de que pueden seguir en esa línea.
“El tiempo es muy bueno, aunque es verdad que aún nos falta un poco y queremos
dar más", comentaba Pepe Moreno en el Europeo. Eso sí, me resisto a decir
que fue récord de España porque sería olvidarse de que hay una marca mejor,
en unos tiempos de penurias e ignorancia, cuyas culpables son los mismos
que ahora intentan, sin el más mínimo criterio, sacar a la pista española del
pozo en que la metieron.
Martínez, Moreno y Jiménez: más importante el registro de Apeldoorn que el pseudo-récord. Foto: Fed. Española |
Un técnico que, además, entienda lo que es una
competición y que en el velódromo pueda aconsejar a los corredores respecto
a aspectos tan básicos pero necesarios, como desarrollos o tácticas, ya que no
es todo la preparación. Persona que no existe ni por asomo en la actualidad. Y que pueda tener un cometido adicional, e igual de necesario, de sacar
velocistas hasta de debajo de las piedras, como no me canso se repetir hace
Ivan Quaranta en Italia, que incluso ha sido capaz de llevar a uno de sus
ex fondistas a una medalla europea en el keirin. Que busque y que dé apoyo y confianza a lo poco que hay por detrás. Y no es sólo cuestión de
dinero, como tenía British Cycling poco después de la llegada de Keen, con la entrada de
la Lotería Nacional, o como pasa con Italia ahora: hay países con menos
medios que España ahora mismo que obtienen muchos mejores réditos. A lo
mejor es simplemente porque tienen más ganas o dedicación. O interés por hacer las cosas bien, no solo por cumplir el expediente.
PD: Y no hablo del caso de Helena Casas, todavía con
opciones reales de estar en París 2024, y cuyo absoluto abandono federativo palía la corredora catalana perfectamente realizando su propio trabajo con su propia estructura. Y le funciona.
(*) El maillot verde-lima todavía se usa en British
Cycling, como representativo del Team Inspired, ese equipo comercial paralelo, una iniciativa que también
merecería ser adoptada en nuestro país.
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