Pocas veces la reapertura de un velódromo ha tenido tanta repercusión no sólo entre una comunidad ciclista, sino también entre los propios medios informativos. Y es que a principios de noviembre el velódromo de Forest City, en London, Ontario volvía a funcionar después de varios meses cerrado al no haber podido prorrogar el arrendamiento.
Construido en 2005, en el antiguo edificio London Ice House,
es el segundo velódromo cubierto más antiguo de Canadá, detrás del de
Burbaby en la Columbia Británica. Pero sobre todo, se trata de un recinto muy modesto, con
una de las pistas más pequeñas del mundo, de una cuerda de apenas 138 metros,
lo que supone un peralte de 51º en los virajes. Sin embargo, en ella se han
formado numerosos jóvenes canadienses en una época en la que no existían ni
Milton, ni Bromont.
Quizá por ello, numerosas personas se unieron con el fin
de recaudar fondos para volver a poner en funcionamiento el mismo, con
iniciativas de todo tipo, como la del ciclista Ed Veal, de rodar 24 horas.
El caso es que el velódromo vuelve a estar abierto, para satisfacción de la
comunidad pistard canadiense, a pesar de la existencia ya de los dos grandes velódromos, a los que se les unirá el de Edmonton en un futuro próximo.
Incluso un velocista como Nick Wammes, que sufrió un
grave accidente en este recinto en 2015, ha vuelto al mismo para grabar este
vídeo, en compañía de otra destacada pistard como Sarah Orban, en el que
nos muestra lo que puede significar también un recinto tan modesto para lo
que es el ciclismo en pista.
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