Suele ser bastante habitual ver antes de una gran competición una fotografía como la que mostramos arriba -esta se corresponde a la Copa de las Naciones de Hong-Kong- con todos los técnicos, auxiliares y corredores japoneses que participan en dicho evento. En este caso, con una pancarta en apoyo al keirin.
Y es una foto -cualquiera de las que publican- que me
encanta, por el profundo significado que tiene y que transmite. Y que
algunos podían imitar.
Muchos pensaban que, después de los Juegos Olímpicos de
Tokio, el interés por la pista internacional en Japón se iría diluyendo. Todo
lo contrario. Es en el actual ciclo olímpico cuando el País del Sol
Naciente está obteniendo todos los frutos de su trabajo. En París 2024
tendrán representantes en once de las doce pruebas olímpicas -solo Gran
Bretaña y Alemania estarán en todas-, y además con aspiraciones de medalla
en muchas de ellas, como demostraron este fin de semana en Hong Kong,
ganando hasta once metales.
Alguno podrá decir que es por el dinero, que le
permite pagar unos sueldos nada desdeñables a los técnicos. Cierto, pero sesgado:
en la selección nipona encontramos en la cúspide a un hombre que sabe lo que es
la pista, y lo que tiene que hacer en una selección en la se percibe claramente
que sus corredores confían ciegamente en ellos, y al revés, que los técnicos
confían en los ciclistas que tienen. Algo que no estamos acostumbrados a
ver por estos lares.
Y hay una planificación que incluye la colaboración con el
sector privado, con dos equipos comerciales como Bridgestone y Rakuten K Dreams
que les permite dividir sus esfuerzos y multiplicar su rendimiento, o con
diversos patrocinadores volcados con el proyecto nacional. Pero también hay
una línea de trabajo con la JKA, con el keirin japonés para entendernos, lo
que ha permitido que los jóvenes velocistas nipones vean que es posible
brillar en los ‘bancos’ como en los Juegos. Y al mismo tiempo, rejuvenecer
una disciplina tradicionalmente más ligada con las apuestas que con el deporte.
Por lo tanto, mis sinceras felicitaciones a Japón, y
a la Federación Japonesa (JCF) -la entidad con mejor política de comunicación
del mundo- y al High Performance Center of Japan Cycling (HPCJC), que, para
quien no lo recuerde, está bajo dirección española.
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