“No me sentí bien del viernes al sábado y mi Apple
Watch también estuvo sonando la alarma todo el tiempo. Mi frecuencia
cardíaca en reposo era demasiado alta. ¡120!”, indica en su red social. Por
ello fue con su compañero Michael Seidenbecher fueron al hospital el sábado por
la mañana, donde fue operada rápidamente, al detectarse una embolia pulmonar.
“Los coágulos de sangre se eliminaron o succionaron con un
catéter. Tenía tantos trombos en los pulmones que la presión del corazón ya
había aumentado y ponía en peligro mi vida.
Digámoslo de esta manera: un día más en casa probablemente habría sido
mi último día”.
Tras agradecer al personal de la UKB que “probablemente
me haya salvado la vida una vez más”, Vogel indica que el equipo médico
está investigando la causa, aunque añade que “la lesión de la médula espinal
probablemente no tenga nada que ver con ello”.
Desde TrackPiste, nuestro deseo de una rápida recuperación.
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