|
Cuando ganó el bronce en el Mundial de 2022 Foto: Fed. Española |
Pocos días antes de la Copa de las Naciones de Adelaida, Alejandro Martínez avisaba en sus redes sociales de un problema que le iba a suponer la ausencia en la prueba australiana, “una hernia lumbar L5-S1 que me pinza los nervios que derivan a ambas piernas y que me han estado causando el malestar en la bicicleta, fatiga y dolores en las dos piernas, lo que conlleva pérdida de fuerza y una mala posición que no me permite realizar bien el pedaleo”.
Por aquel entonces manifestaba su satisfacción por tener un diagnóstico claro. Pero la rehabilitación no surtió los efectos deseados y la opción de pasar por el quirófano , algo que se contemplaba en los primeros días de abril, también se descartó, ya que no se veía su efectividad a corto plazo.
Por todo ello, hemos querido hablar con el velocista alicantino para que nos explique esta situación. Porque, independientemente del calvario de la lesión, y de la incertidumbre actual, que le genera una buena dosis de estrés, se muestra optimista. “Cada vez lo veo más cerca, y aunque aún no hay solución, hemos avanzado en muchos aspectos. Ahora mismo, estoy dando el 200 por cien por volver lo antes posible, pero no depende de mí. Si por mi fuera pasaría por el quirófano hoy mismo. Y, desde luego, tengo claro que cuando vuelva, lo voy a hacer más fuerte”.
Una fatiga crónica que desconcierta
|
En una de las pruebas invernales de Anadia, Foto: UVP-FPC |
Antes de nada, hay que entender la lesión y sus consecuencias. “Posiblemente todo comenzó antes del Mundial de Glasgow, que tenía molestias en la zona de la pelvis. Pero fue en el Europeo cuando se vio que no era de cadera, sino de la espalda ”. Fue entonces cuando fue al médico. “Con las pruebas que me hicieron, se vieron tres clínicas claras. Por un lado, pérdida de fuerza bilateral en ambas piernas. Por otro lado, irradiación trasera en las dos piernas. Y una de las más claras, fatiga crónica. El neurocirujano me propone una operación que es de microcirugía, dejando abierto el canal. Pero cuando iban a operarme me llaman porque tienen dudas de que el resultado a corto plazo sea positivo . Y se pospone. Y claro, si ellos tienen dudas, imagínate. Y es que hay otras alternativas, como quitar el disco completo y remplazarlo por una prótesis o dejar que se junten las dos vértebras. Pero es posible que por el tipo de carga que hago la prótesis ceda. Y porque también tengo la L4 tengo tocada y podría tener problemas. Está claro que, si me juego, es para estar bien a un 90% a corto plazo. Porque dejar la bicicleta no es una opción que me plantee”.
De los tres síntomas, es
el de la fatiga el que más desconcierta. “No es una fatiga normal, por haber
hecho un esfuerzo, sino crónica. Puedo vivir con el dolor, incluso con la
pérdida de fuerza porque mis resultados en el Europeo no fueron malos, pese
a tener ya problemas. Fue en el Nacional donde me di cuenta de la importancia
de este problema. En un Mundial o en un Europeo haces un par de series en un
día y no lo notas. Pero en Galapagar,
donde teníamos los 200 y varias series en el mismo día, es donde me di cuenta y
me empecé a preocupar”.
Cuando le comentamos si está seguro de que los dos problemas
-la hernia y la fatiga- están relacionados nos cuenta que “me he hecho pruebas de todo tipo, de corazón, del aparato digestivo… y
todo va bien. También he repetido las resonancias y he consultado a otro neuro.
Está claro que el nervio ciático está pinzado, pero la fatiga es lo que
despista”.
|
El pasado año, en Odense. Foto: AM |
Y lo peor ya no es el aspecto físico, sino el psicológico. “Estoy viviendo un calvario, por la
incertidumbre, que te genera una situación de estrés, aunque tengo que
reconocer que va a menos. Y es que no soy yo el que tengo dudas, sino
ellos. Y como no soy un futbolista, que cuando tiene un problema así se lo dan
todo resuelto. Se que tengo que tener paciencia, pero ya va para cuatro meses y no puedo prolongar la decisión mucho”.
“Cuando vuelva,
mentalmente seré una roca”
En este sentido, Martínez reconoce que “ya he aceptado que
he tenido que renunciar a buena parte de la temporada. Dentro de lo malo, si hay un año para perderse, es este, sin duda. Pero
el Mundial no quiero perdérmelo, y no está tan lejos, en octubre. Y entre
la operación y la recuperación se te van varias semanas, y quiero estar allí
para ayudar a mis compañeros en la velocidad por equipos y el kilómetro, que este año es mi gran objetivo”.
Y pese a todo, sigue yendo al gimnasio y montando en
bicicleta. “Lo del gimnasio es para no
perder tono muscular. Son ejercicios menos agresivos, metiendo pilates. Y lo de la bici ha sido un poco por
quitarme el estrés. Después de mes y medio sin montar, empecé a salir por
carretera, para desconectar. No es la misma postura tan forzada que llevo
en la pista, y a la que no puedo renunciar. Pero me ayuda, sobre todo en el
aspecto psicológico”.
Sea como fuere, lo más positivo es el optimismo del
alicantino. “En estas semanas hemos avanzado algo -insiste- y cuando vuelva no sólo voy a estar a mi
mejor nivel físico, sino que mentalmente seré una roca y llegaré a mi mejor
rendimiento”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario