Aunque la evolución de la lesión de Alejandro Martínez –“una hernia lumbar L5-S1 que me pinza los nervios que derivan a ambas piernas y que me han estado causando el malestar en la bicicleta, fatiga y dolores en las dos piernas”- parecía que iba a terminar con el paso por el quirófano del velocista alicantino, a última hora se ha descartado la operación.
Alejandro Martínez, en una competición en Anadia. UVP-FPC |
Martínez no lo ve como una mala noticia. “Hasta el
momento todo lo que había hecho eran visitas médicas, someterme a distintas
pruebas para ver donde estaba el problema. Y al final tengo dos opciones,
pasar por el quirófano, que es algo que nunca tienes la garantía al cien por
cien de que se vaya a resolver el problema, o someterme a las infiltraciones.
He querido dejar como última opción la operación y he optado por esto, según un
plan médico que me han trazado, esperando que el cuerpo reaccione de forma
positiva, se reduzca la inflamación y con ello desaparezcan los dolores y
el resto de síntomas. Además, nos va a dar más información sobre el problema,
como ha surgido y si hay otros más”.
Obviamente es demasiado pronto para aventurar plazos de
recuperación, aunque no hay que perder la perspectiva de que Martínez
quería disputar el Mundial, una vez que ha dado el resto de la temporada
por perdida. “Con la operación iba a estar como poco seis semanas fuera y de
esta manera lo mismo puedo volver a entrenar antes si me desaparecen los
dolores. De momento estoy mucho más tranquilo, asimilando todo y creo
que estaré en el Mundial, en mejor o peor forma”.
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