Alemania, excepción en velocidad por la labor de técnicos como Levy

Dentro de la dificultad que tienen la mayoría de los países en sacar velocistas, Alemania parece ser una excepción. Ya hemos visto los proyectos que se llevan a cabo en sitios como Gran Bretaña, Canadá o Italia, mientras que otros que no nos pillan muy lejos se limitan a no hacer nada.

Y decimos que parece una excepción a tenor de los notables resultados. No hablamos de esa magnífica generación con Emma Hinze, Pauline-Sophie Grabosch y Lea-Sophie Friedrich. O los velocistas que poco a poco van consolidándose como sub23, caso de Luca Spiegel, Clara Schneider o Pete-Collin Flemming, sino de los grandes resultados que se obtienen en la base, en la categoría junior. El año pasado, por ejemplo, Campeonato del Mundo y de Europa para el trío de velocidad masculino con Colin Rudoplh, Flemming y Jakob Vogt o el subcampeonato en ambos eventos para las féminas, Bente-Henriette Lürmann, Ananstasia Kuniß y Anne Slosharek.

De izquierda a derecha Kuniß, Rudolph, Bock, Werner y Waterstradt 

Y en 2024 se sigue la racha, ya que en una prueba de las más prestigiosas del calendario junior, en Brno, Tim Louis Werner, Bock y Rudolph conseguían el triplete en keirin, con Rudolph y Bock realizando el doblete en velocidad. Anastasia Kuniß se llevaba la velocidad por delante de la polaca Natalia Walecka -quien le superaba en el keirin- con la también germana Emilia Waterstadt tercera en las dos pruebas.

Por ello hemos querido hablar con el siempre dispuesto Max Levy que desde su retirada en 2021 ocupa este tercer escalón técnico con los juniors, por debajo del seleccionador absoluto, Jan Van Eijden, y del sub23, Carsten Bergmann. Y lo primero que hace es advertirnos de que el panorama no es tan excepcional. “Nosotros también tenemos que trabajar mucho para encontrar jóvenes velocistas, Alemania sigue siendo un país de resistencia. Todo el mundo quiere estar en el Tour de Francia y, si no, los entrenadores quieren llevar a los corredores a la persecución por equipos. Hay un ejemplo, Jakob Vogt, que era corredor de fondo junior de primer año antes de que yo consiguiera que se convirtiera en velocista en el segundo año. Pero normalmente es demasiado tarde, porque ya han hecho demasiados kilómetros”.

“La clave, ofrecer carreras”

En este sentido, una de las claves puede ser ofrecerle un programa de competiciones atractivo. “Emma (Hinze) y yo creamos el año pasado la ‘Bahnradnachwuchsliga’ -con el sugerente nombre de ‘Sprints like Emma Hinze’- con lo que pretendemos hacer más atractivo la velocidad en pista. Intento conseguirles tantas carreras como sea posible, y creo que en total se pueden hacer hasta quince fines de semana de carreras en un año. Los británicos o los franceses sólo pueden ofrecer entre cinco y ocho, y no dejan de preguntarnos si pueden unirse a nosotros. Así que creo que esta es la clave, ofrecer carreras. Pero hay que encontrar gente que las organice”.

Con los medallistas alemanes juniors y sub23 en el pasado Europeo...

Por cierto, la segunda edición se está disputando este año y a mitad del mismo, esta es la situación de las clasificaciones.

Aparte del circuito nacional y las competiciones con la selección, son bastante habituales las concentraciones del equipo nacional. De hecho, antes del Europeo de Cottbus, tendrán dos concentraciones más, del 22 al 29 de junio y del 4 al 8 de julio. Pero también está el trabajo con sus técnicos. “Tenemos cinco centros de entrenamiento en Alemania, Kaiserslautern, Erfurt, Chemnitz, Schwerin y Cottbus, así que tenemos el reto de reunir a todos los corredores para los campamentos nacionales, pero como nota positiva, al haber tantos entrenadores de diferentes, hay más gente involucrada y ayuda mucho a intercambiar ideas”.

Junto a los nombres que hemos ido señalando, Levy nos indica algunos velocistas a tener en cuenta como Bock, en su primera campaña como junior, o los sub17 -cadetes- Til Krueger, Lara Colberg o Mira Rosinski. En este sentido nos señala que “los años del coronavirus también nos afectaron a nosotros ya que menos ciclistas comenzaron a competir y hay menos con 20-22, lo mismo que en otras naciones”.

“Ser un buen deportista y un buen ser humano”

Imagen del intercambio con ciclistas franceses el pasado año. Foto: BDR

Levy no quiere hacer comparaciones con lo que había antes. “No me gusta hablar de ello, prefiero hacerlo del presente y el futuro. Y mi filosofía es mostrar a los corredores que hay algo más que el entrenamiento, explicarles en qué consiste ser un buen deportista y también un buen ser humano". De hecho es partidario de actividades como el intercambio con ciclistas franceses que se realizó el pasado año.

"Dejo espacio para los errores, pero también para impulsar cosas. De hecho, estamos trabajando principalmente en aspectos como concentrarse para una carrera, preparar tu mentalidad, calentar bien, cuánta comida necesitas en una prueba y cosas así. Centrarnos más en aspectos técnicos que en levantar peso, para que sus fundamentos sean lo suficientemente buenos como para trabajar así cuando ya sean élites”.

“Mi plan es desarrollarlos paso a paso -termina-, lo que significa que el objetivo principal no es sacar el máximo partido a las medallas junior, sino prepararse para convertirse en un buen corredor cuando eso importe, en el camino hacia las Olimpiadas”. 

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