Una vez escuché que la verdadera igualdad se conseguiría no cuando una entrenadora estuviera al frente de un equipo femenino, sino cuando dirigiese uno masculino. Y es algo que ha pasado a ser una de mis mayores convicciones. Pero desgraciadamente no son muchos los casos que podemos ver en el mundo del ciclismo en pista, ni siquiera la próxima semana en los Juegos Olímpicos de París.
Dirigiendo a la cuarteta. Foto: Cycling Canada |
En la web de Cycling Canadá recordaba hace unos años su primera Copa del Mundo en 2019 en Minsk, donde notó la marcada falta de mujeres en
la reunión técnica. “Éramos 50 hombres y yo. Tenía preguntas porque había mucha
información y era mi primera vez, pero no las hice. Sentí que me iban a juzgar”,
algo que también sintió ya en la pista donde muchos la veían como una auxiliar,
esperando a la llegada del entrenador principal. En aquel texto, se reivindicaba como ‘coach’, sin necesidad
de añadir lo de ‘female coach’
Más recientemente, concretamente esta semana, en un reportaje en Toronto Star contaba la
respuesta que tiene para aquellos que no la valoran lo suficiente “Una vez me dijeron, riéndose de mí, ‘Las
mujeres no entrenan a los hombres’, y mi respuesta fue ‘Bueno, lo hago, y
acabamos de ganarte’”.
Dos imágenes de Brown, como corredora y como técnico |
Pero el mejor aval son sus propios corredores. Michael
Foley, el único de los integrantes del equipo masculino que estuvo en Tokio, es
un gran admirador del estilo de entrenamiento de Brown. “Ella sabe, por ser
deportista, que la única forma de mantenerse en el equipo es mejorar
constantemente, por lo que siempre nos pide comentarios y también nos los da.
Creo que eso es muy importante en el mundo deportivo moderno, es decir, no
puedes tener un entrenador que sólo te diga qué hacer”, indica Foley, quien
añade que “tiene mucha experiencia y conocimiento que nos da confianza en
ella, pero también encuentro que su apertura y voluntad de aprender me dan aún
más confianza porque sé que no solo lo hace con nosotros, sino que lo hace
en todas partes. No deja piedra sin mover, que es lo que uno quiere ver en un
entrenador”.
Brown ya sabe lo que es el éxito como entrenadora,
recordando la medalla en la Copa del Mundo de Milton en 2020. “Me sentí
mejor que con cualquier otra cosa que haya hecho como deportista. Me sentí más
orgullosa y emocionada de ver a los atletas actuar, triunfar y sentirse
orgullosos de sí mismos. Verlos hacerlo bien es la mejor sensación del
mundo. Y luego ayudarlos a superar los momentos difíciles, porque en el
ciclismo hay muchas cosas difíciles”.
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