París bien vale unos Juegos (II): No hay una trigésima madison mala

Si no nos hemos dejado alguna competición oficial en el recuento, la madison de los Juegos Olímpicos del próximo 10 de agosto (17:59, Eurosport y Max) será la trigésima que afronten juntos Albert Torres y Sebastián Mora como pareja, en una trayectoria de nueve años que comprende cuatro victorias -tres de ellas en otros tantos Campeonatos de Europa, dos platas y tres bronces -con una medalla de estos dos colores en sendos Mundiales-.

Su segunda carrera, su primer oro. Foto: Fed. Española

Ya contamos detenidamente la historia de mallorquín y castellonense como pareja de madison con ocasión de los pasados Juegos Olímpicos, con ese nacimiento amparado con ese hashtag #GoTorresGoMora que tan inteligentemente se creó en 2016 y que ahora, por cuestiones de marketing esté superado.

Un nacimiento que en realidad fue varios meses antes, en el Europeo de Grenchen 2015 cuando menorquín y castellonense formaron la dupla que tan brillantemente se llevó el oro, gracias a una vuelta ganada y al control que ejercieron en la parte final, aunque tuvo un prólogo cinco años antes, en Melbourne 2012 donde terminaron quintos, pese a su bisoñez y la excelente participación que se dio cita, y ser una pareja de circunstancias debido a la fractura de clavícula del entonces compañero habitual de Torres, David Muntaner. Un recuerdo que, como nos contaron entonces, tenían olvidado.

Unos comienzos espectaculares

Los inicios de Torres y Mora fueron realmente espectaculares, ya que tras el triunfo en Grenchen, terminaban terceros en el Mundial de Londres, repetían victoria en el Europeo de 2016, precisamente en este escenario olímpico, y remataban con otro éxito en la Copa del Mundo de Glasgow.

Y aunque no fue una victoria, sino una medalla de plata, el gran momento llegaba en el Campeonato del Mundo de 2018, en Apeldoorn, solamente superados por los alemanes Roger Kluge y Theo Reinhard, que llevaron la iniciativa en todo momento, aunque Torres y Mora supieron secundar, tanto ganando vuelta, como sumando en los sprint, para distanciar a los australianos en la última puntuación, en la que consolidaban la plata.

Desde entonces hasta Tokio, dos bronces más en Copa del Mundo y un tercer Europeo en Plovdiv, aunque marcado por las numerosas ausencias de países que prefirieron no acudir por no encontrar suficientes garantías anti-COVID en Bulgaria. Pero lo mejor es que en esas doce competiciones de los tres años previos a la cita olímpica, solamente en dos no estuvieron entre los cinco primeros. Un balance que estuvieron cerca de continuar en los Juegos, con la sexta posición.

Una plata que ilusiona

Su última prueba juntos, plata en Hong Kong. Foto: UCI Track

Los últimos tres años han tenido menos protagonismo de los dos españoles en las madison internacionales, ya que de las diecisiete pruebas disputadas, solo han intervenido en seis como pareja. Las razones son varias. Primero, la mayor dedicación de Torres a la carretera por su condición de profesional con el Movistar, especialmente los primeros años de ciclo. Por otro, el no ser necesario competir en todas las pruebas de la Copa de las Naciones buscando la clasificación, desplazamientos a veces muy lejanos y que rompen cualquier planificación. Y no olvidemos el tremendo error federativo -del que nadie se hizo responsable, para variar-, de no clasificar el Mundial de 2022 por no hacer bien las cuentas.

A su favor los dos españoles tienen su experiencia, tanto individual como dupla, y sus cualidades de improvisación, de tener una gran capacidad de respuesta, y a medida que se han ido acercando los Juegos, sus prestaciones han sido cada vez más prometedoras, llegando a esa plata en la Copa de las Naciones de Hong Kong que ilusiona de cara a esa madison que tendrá lugar dentro de quince días.

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