Víctor Bonnin, de la experiencia olímpica con Estados Unidos en Río a cuidar de las bicis de Torres y Mora en Tokio, y a seguir París en la TV

Es curioso, pero ninguno de los miembros del ‘staff’ que estuvieron con Albert Torres y Sebastián Mora en los Juegos Olímpicos de Tokio repetirá en París. El único que podría haberlo hecho es Víctor Bonnin, el mecánico que después de haber trabajado con Estados Unidos en Río, acompañó a nuestros dos corredores en la experiencia japonesa. Y aunque es sabido que es el cuñado del ciclista de Movistar, fue su experiencia profesional la que fue determinante para su selección. “Como me dice Albert en broma, si has estado con Estados Unidos y no te han echado, será porque vales para esto”.

Bonnin, con Torres y Mora, junto al seleccionador Martínez Oliver 
y al fisio Josue Arán. Twitter Albert Torres

Pero en esta ocasión no habrá dos sin tres, ya que su vida profesional anda por otros derroteros, “trabajando como informático. Después de muchos años como mecánico, tenía ganas de estudiar y de poder trabajar, incluso en la empresa en la que siempre he querido hacerlo. Esta vez veré los Juegos por televisión, con una tranquilidad que no había tenido en los anteriores”.

"Rio, la mejor experiencia de mi vida"

Y es que Bonnin, antes de estar con España en Tokio, acudió a los Juegos Olímpicos de Río como jefe de los mecánicos de Estados Unidos. “Ha sido la mejor experiencia de mi vida. Siempre le comentaba a mi padre -el llorado Xavier Bonnin, presidente de la FCIB y coordinador de pista de la Española-, que me gustaría estar con Estados Unidos, por su filosofía de trabajo. Y tuve la oportunidad de trabajar con ellos. Me contactó Bill Huck, por entonces entrenador de velocidad, y en teoría iba un poco como ‘becario’ porque ya tenían su equipo técnico. Pero empezaron a fallar mecánicos y al año de trabajar con ellos ya estaba como jefe de mecánicos”.

Y en un equipo con aspiraciones. “Estuve cuatro meses concentrado con la cuarteta femenina, con Andy Sparks, que me dio mucha confianza. ‘Todo lo que necesites, ni preguntes’, me dijo cuando comencé. Pero lo importante era ir aprendiendo de su metodología, y ver todo lo que iban por delante de nosotros”.

Primero por la derecha, agachado, al lado de Sparks, con la selección
de Estados Unidos. Facebook Víctor Bonnin

En Rio, sin embargo, no lograron ese oro por poco, lo que fue una ligera decepción. “Sabíamos que podía pasar. Gran Bretaña siempre hace magia, parece que no estaban, pero siempre están allí. Supo un poco mal, no lo niego. Pero el oro no lo regala nadie. Y el balance con las dos platas con Sarah Hammer y por equipos no estuvo mal”.

Sin embargo, no siguió con Estados Unidos, aunque tuvo ofertas muy importantes. “Después de Rio, me ofrecieron cuatro años con Australia, que para mí es la segunda potencia mundial después de Gran Bretaña, y dije que no, porque fue cuando falleció mi padre. Quise estar cerca de mi familia. Aunque era una gran oportunidad, creo que hice bien, ya que tuve que replantearme mi vida”.

Aun así “estuve unos meses con Irlanda, con David Muntaner, con los que hice el de Europeo de Berlín 2017 cuando Albert ganó el ómnium y también unos meses con España. Pero el cambio fue muy drástico, venía de una selección que a todos nos consideraban parte de un equipo, y aquí era todo distinto”. A modo de anécdota, nos cuenta que a algunos les sorprendía “mi costumbre de chequear la bicicleta de los corredores varias veces, para asegurar que todo el material estuviera correcto. Solamente una vez en mi vida me equivoqué, cuando iba con la Balear, en el desarrollo de un corredor, y lo pasé muy mal, aunque el ciclista le dio bastante menos importancia que yo. Por eso no me puedo permitir fallar, porque sé todo lo que se juga un corredor”.

"Hacer unos Juegos con tu cuñado y con Sebas era algo que no podía desaprovechar"

Pese a todo, volvieron a contactar con él para los Juegos y no lo dudó. “Ya en esa época tenía decidido que iba a dedicarme a estudiar, pero al mismo tiempo hacer unos Juegos con tu cuñado y con Sebastián Mora, al que le conozco desde que corría, es algo que no podía desaprovechar. Y acepté”.

Otra imagen en Rio, junto a Joan Llaneras y a Miguel Torres,
hoy director del High Performance Center of Japan Cycling

Y así fue la experiencia de Tokio, de la que su mayor recuerdo es “todo lo que tuvimos que trabajar, con distintas pruebas de material, y muchos días aislados, en una burbuja, para no corres riesgos con el Covid. Y allí en el velódromo, con mascarillas y sin casi gente”. Deportivamente se queda con el recuerdo de que “todo el mundo iba muy rápido. Los tiempos habían bajado muchísimo en todas las pruebas”. 

Como mecánico, nos cuenta, “tienes que ser un poco psicólogo de los corredores y yo les conocía bien”, a la vez que nos cuenta que “Sebas es un poco más maniático para los temas de la mecánica, está más encima. Albert te deja más confianza”. Y como nos cuenta “no me quedé satisfecho del resultado. Habían trabajado muchísimo, y la preparación era muy buena. Pero no pudo ser. Espero que esta vez la suerte les sonría”.

Unos Juegos en los que no estará, y a los que ni siquiera ha dado la opción de poder repetir. “Yo no me veía siendo el Víctor que he sido. Pero no es algo que dependiera de mí. Además, como te decía, quiero disfrutar de los Juegos en la tele”.

De todas formas, su primera experiencia no ha sido muy satisfactoria, con la crono femenina del sábado en la que corría su buena amiga Chloe Dygert. “Es una de las grandes amistades que he podido hacer en este mundillo. Me acuerdo que cuanto estaba empezando con Estados Unidos se reía de mí cuando le decía alguna sugerencia, ya que me contestaba, ‘No me digas nada, que soy cuatro veces campeona del mundo’. Me imagino que, con la caída, saldrían los fantasmas del pasado de su grave accidente. Pero es una gran trabajadora, una persona que no se rinde y con la cuarteta si tiene el día redondo es capaz de llevar al equipo a la victoria, porque es una de las ciclistas que marcan diferencias”.

"Estoy tranquilo. Les veo en un gran momento y ojalá nos den una alegría"

Con Torres en Tokio. Foto FF/Última Hora

Volviendo a Torres y Mora, nos cuenta que “estuve ayer en el velódromo mientras entrenaban, pero manteniendo la distancia, porque es algo que deben tener ahora, sin que la gente se les meta encima. Pero ya les conozco lo suficiente como para saber como están, simplemente viéndoles desde las gradas. Y en este sentido estoy tranquilo. Les veo en un gran momento y ojalá nos den una alegría. Albert tiene muy material, con todo el apoyo de Movistar, porque va a correr con la Canyon que tienen selecciones como Dinamarca, y Sebas también tiene una gran máquina -Koga-“.

Y aunque el contacto no haya sido muy intenso estos días, Bonnin tiene claro que Albert está muy motivado. “El año pasado con la medalla de plata en la puntuación nos demostró que ser el de siempre, un ciclista con mucha clase, que lee muy bien la carrera. Le he admirado siempre porque siempre ha sabido cuál es si sitio, lo que dice mucho de él, y se ha convertido en una pieza muy importante en el Movistar, sin que se le caigan los anillos por tener que subir botellines, a pesar de que tenga ese palmarés impresionante en la pista”.

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