Australia ratifica su dominio en la final de la persecución masculina, pero Estados Unidos sorprende a Nueva Zelanda en la femenina

Podio de la persecución masculina. Foto: UCI Track

Australia, de forma esperada visto el dominio ejercido en cada una de las rondas, y Estados Unidos, rompiendo las previsiones ya que Nueva Zelanda había sido más fuerte en clasificatoria y, casi casi, primera ronda, han sido las selecciones vencedoras de la persecución por equipos de los Juegos Olímpicos de París, al ganar respectivamente las pruebas masculina y femenina, aunque sin poder romper los récords del mundo que se esperaban en ambas disciplinas.

En el caso de los hombres, Oliver Bleddyn, Sam Welsford, Conor Leahy y Kellend O’Brien detenían el crono en 3:42.067 sin poder mejorar el récord mundial establecido ayer (3:40.730), y menos aún sin poder ver ese 3:39 como ayer podríamos pensar a tenor de su progresión. Gran Bretaña, que en esta ocasión dejó a Ollie Wood en el ‘banquillo’ para presentar a Dan Bigham, Charlie Tanfield, Ethan Vernon y Ethan Hayter plantó cara en todo momento, yendo incluso primeras en el primer kilómetro, prácticamente igualadas a mitad de carrera (1:53.614 a 1:53.754) y con una mínima diferencia de dos décimas en la parte final.

O'Brien, desde fuera ya, animando a sus compañeros. Foto: UCI Track
Esa desventaja se mantenía a falta de dos vueltas con la carrera completamente abierta hasta que Hayter sufrió un incidente que no quedaba nada claro -¿resbalón en la zona azul, afilador?- pero que dejó sin opciones de remontar a los británicos, que terminaban en 3:44.394, aunque subían al podio por la medalla de plata que quizás les supo a poco.

Y como resumía Welsford, “no teníamos esas expectativas cuando empezamos a entrenar juntos. Pero ha sido algo muy especial. Han pasado 20 años desde que Australia ganó esta prueba en unos Juegos, por lo que tardaré en asimilarlo”.

En cuanto a la pelea por el bronce, vistos los antecedentes parecía que Dinamarca iba a dominar a Italia. Y así fue hasta el último kilómetro, cuando los ‘azzurri’ remontaron las dos décimas que llevaban en contra y terminaron imponiéndose por casi dos segundos (3:44.197 a 3:46.138), con lo que Francesco Lamon, Simone Consonni, Jonathan Milan y Filippo Ganna repetían presencia en el podio olímpico, aunque en esta ocasión fuera con el bronce en vez de con el oro de hace tres años.

Podio de la persecución femenina. Foto: UCI Track
Nueva Zelanda no pudo rematar

En el caso de las mujeres, tuvieron que disputar por la mañana la primera ronda, en la que se ratificó el ‘status quo’ de la víspera, condiciendo a neozelandesas y estadounidenses a la final absoluta, aunque las británicas no se dieron por vencidas en ningún momento ante las estadounidenses, pese a que al final se vieran abocadas a la consolación, con 4:04.908. Y un detalle que quizá pasó desapercibido: las kiwi, que parecía que iban a batir el récord del mundo hasta falta de dos vueltas al final, harían peor tiempo, por poco, que las norteamericanas: 4:04.629 a 4:04.818.

Pero fue la final la que no engañó y Chloe Dygert, Jenifer Valente, Kristen Faulkner y Lily Williams fueron en todo momento mejores que las neozelandesas Ally Wollaston, Bryony Botha, Emily Shearman y Nicole Shields, que se veían impotentes para remontar las diferencias que les llevaban las estadounidenses, que al final se imponían 4:04.306 a 4:04.927, sin que cayese el récord alemán, lo cual muestra la valía de la marca de Tokio. Además, para Faulkner el éxito de ser la primera corredora desde Leontien Van Moorsel en ganar un oro en la misma edición en pista y carretera.

Estados Unidos en acción. Foto: UCI Track
"No parecía imposible, pero sí improbable -decía la de Alaska-. Iba a estar muy feliz de irme con una medalla, y tener dos oros es un sueño hecho realidad. Es más de lo que esperaba. Me da esperanza y confianza para el futuro también".

Una prueba que supone la retirada del técnico norteamericano, Gary Sutton, sobre el que Dygert decía que "es el mejor de todos los tiempos. Qué gran manera de terminar su carrera. Es un tipo especial, todos lo amamos".

En cuanto a la final B, Elisa Balsamo, Chiara Consonni, Martina Fidanza y Vittoria Guazzini salieron dispuestas a romper los pronósticos ante una Gran Bretaña que por la mañana había sido más de dos segundos y medio más rápida. Y llevaron la cabeza de la prueba hasta el último kilómetro en el que Josie Knight, Anna Morris, Elinor Barker y Jessica Roberts se pusieron por delante asegurándose el bronce (4:06.382 a 4:08.961).

Por lo demás, reseñar el quinto puesto femenino y el sexto masculino de una Francia que, pese a su preparación, no pudo estar en la lucha por las medallas como se había planteado.

Clasificaciones

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