Y si encima los metes en un
velódromo como el de este Mundial, obtienes un resultado evidente, que bates
muchos récords. Ahora bien, por encima de las interpretaciones
marquetinianas interesadas y grandilocuentes desde la Española de que todo es
perfecto, hay otro hecho que no engaña: por mucho que hayan mejorado los
números en algunas pruebas, la situación es muy similar a la de años
precedentes. Como decía un reputado técnico foráneo, y nos encargamos de
recordar ayer, los récords no dan medallas.
Por ejemplo, es muy triste que
la mejora del récord de los 200 metros por parte de Sandro Abadia, que con
10.464, bajaba su marca personal en más de medio segundo, no le sirva para
clasificarse entre los 28 mejores de la velocidad, en los que realmente
compiten, cuando el navarro tiene unas sobradas condiciones de velocista… que
no se potencian. No existe el más mínimo plan de trabajo de esta disciplina,
que se dirige al abismo si no lo está ya, por la dejadez federativa. ¿Es
por eso que no hubo foto del récord de Abadia?
O que dos ciclistas que
individualmente obtienen un balance tan notable en la eliminación y en la
puntuación como Sánchez y Roca, tengan tantas carencias en la madison
simplemente por no haber trabajado con ellos algunos conceptos casi
elementales… es lo que debe llevar a la reflexión. Presumir de ese quinto
puesto es un tremendo error de soberbia e ignorancia, que no conduce a nada,
salvo insistir en ese camino que no va a ninguna parte.
En cuanto a las cuartetas, es
obligado recordar que se comenzó a trabajar en abril, cuando lo lógico
hubiera sido hacerlo en invierno (y no se hizo porque no había
un técnico federativo con disposición para ello). A partir de ello, la lectura
que se debe hacer no son los propios récords, sino los puestos obtenidos y
la distancia respecto a los mejores, que quizás se hubieran reducido con
una planificación más temprana y lógica. Leyre Almena, Valentina Ferreyra, Izaro Etxarri y
Vera Valero bajaron la plusmarca a 4:41.106… un tiempo que sigue estando a más
de veinte segundos de Gran Bretaña, en un sexto lugar a pesar de las ausencias
y por detrás de países de escasa tradición como Chile, lo cual es bastante
significativo. En todo caso vuelvo a recordar para quienes piensen que con ello
estoy disparando a las chicas. No, ellas valen bastante más que ese récord
advenedizo, siempre que tuvieran un plan ahora mismo inexistente.
Los técnicos federativos, mostrando las tabletas con las nuevas plusmarcas Fotos: Fed. Española |
Y un detalle que me ha agradado
especialmente: En un país (incluso en un momento histórico) en que la
persecución individual está minusvalorada y olvidada, la actuación de Urcaregui,
con esos 3:11.622, y una novena plaza, nos hace ser optimistas para el futuro,
y más cuanto también es capaz de brillar en el ómnium un día después.
Por cierto, este Mundial nos
ha hecho descubrir, al menos fotográficamente hablando, al técnico de
rendimiento, Aitor Altuna, aunque oficialmente aún siga siendo inexistente
en las comunicaciones federativas. Esperemos que sea la ocasión para que desde la
Española se puedan dar a conocer sus métodos y sus objetivos… salvo que le pase lo que a
Aner Moreno, que sea defenestrado justo cuando los resultados comenzaban a
llegar. En todo caso, le damos el beneficio de la duda, y recordamos que la
invitación para que nos cuente su proyecto en TrackPiste sigue todavía en pie,
ahora que no debe estar tan ocupado como cuando la rechazó en mayo, salvo
que sea otro de los muchos vetos federativos que existen para con este medio.
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