No son pilotos, son la mitad de un equipo compuesto por dos ciclistas

El esfuerzo es de los dos deportistas y como tal debe ser reconocido
 en cualquier foto o documento. Foto: British Cycling

Si los Juegos Paralímpicos son el principal acontecimiento deportivo mundial que impulsa la inclusión social, una forma de expresión de que los deportistas con discapacidad son capaces de rendir al mismo alto nivel que los que compiten en la categoría ‘absoluta’, como la llama acertadamente Alfonso Cabello, y una forma de que el resto de la sociedad se conciencie, no entiendo en absoluto la discriminación que el propio deporte paralímpico realiza con respecto a unos participantes en este evento que no tienen dicha discapacidad, pero que son parte fundamental de esta manifestación deportiva y social.

Me refiero a la costumbre extendida en algunos deportes -entre los que está el ciclismo-, en donde se considera al ciclista invidente como el único deportista, mientras que el segundo deportista se le considera en un segundo plano con la simple mención de ‘piloto’, apareciendo muchas veces en los listados impresos en menor tamaño o incluso desapareciendo. En París 2024, los nombres de ambos aparecen en los listados con esa tradición perfectamente lógica de poner primero al ciclista invidente, aunque si consultamos en la web oficial el listado de participantes o el medallero, vemos que no hay la más mínima mención a los pilotos.

Así aparecían ayer los resultados de las dos pruebas de tandem
en la web oficial. Los nombres de los pilotos brillan por su ausencia

Claro que, en otras especialidades, el menosprecio es aún mayor, ya que mientras que en la vestimenta aparece el nombre del atleta, el otro deportista es mencionado simplemente como guía, e incluso puede no participar en las ceremonias protocolarias. Por lo menos en el ciclismo los dos reciben medallas al mismo nivel, y en la mayoría de los países, idéntico reconocimiento económico. Otra cosa diferente y que merecería una reflexión es que muchas federaciones tengan como eje de su trabajo a los ciclistas invidentes y que los emparejen con el piloto más adecuado, independientemente de las afinidades personales.

Por lo tanto, si lo que se busca es la inclusión, nada mejor que entender que son dos deportistas que entrenan, compiten y tienen el éxito juntos, gracias a ese trabajo mancomunado, y que la única diferencia es que uno de ellos tiene problemas de visión, por lo que es el otro el que lógicamente tiene que pilotar. Nada más. Pero, por lo demás, un equipo de dos deportistas.