Acreditaciones: sin conocer nombres, pero limitadas por la UCI a doce

Aunque la Federación Española anunciaba hace un par de días los 19 ciclistas que participarán en los Mundiales de Ballerup la próxima semana, no se hacía ninguna mención al cuerpo técnico que acompañará a la selección nacional.  Es algo que se lleva omitiendo desde hace varios años, y cuyo origen puede estar en la coincidencia de cometidos de más de un técnico federativo: de esta forma no se revela en qué actividad está y en cuál no, y a quién delega esta responsabilidad. También se impide conocer quiénes son las personas -y sobre todo su procedencia- que ejercen las distintas funciones complementarias: mecánicos, técnicos auxiliares, fisios….

Pero no vamos a hablar de personas, sino de puestos, y desde el punto de vista de la UCI, no de la Española, aunque le afecte. Desde hace mucho tiempo existía una relación entre número de participantes y acreditaciones técnicas, pero este año se han establecido por primera vez en base al número de cuotas.  Y hay que recordar que en Ballerup España tendrá una de las más bajas presencias de los últimos años, con sólo 15 pruebas, aunque para ello se vayan a desplazar hasta 19 corredores. Y ello supone un máximo de 12 acreditaciones. Como curiosidad diremos que con 26 o más cuotas (es decir, teniendo dos participantes en algunas pruebas) se puede llegar a tener un máximo de 25 acreditaciones.

Según esta nueva normativa de la UCI, hay una acreditación para el presidente, secretario general, team manager y director técnico, así como para jefe de prensa y vídeo operador, más tres para delegados oficiales y otras tantas para acompañantes de la delegación oficial, aunque ninguna de ellas es obligatoria que se cubra. Posteriormente, a discreción de la propia Federación Nacional, se completará la cuota máxima -recordemos, 12 acreditaciones- con entrenadores, mecánicos, médicos y asistentes paramédicos, así como intérpretes y acompañantes de la delegación deportiva. Claro que el número de personas se puede incrementar… siempre que realicen su labor fuera del velódromo.

Especial interés tiene la acreditación de video operador, ya que es algo que se regula por primera vez de una forma tan específica, y que, en el caso de la Española, ha cobrado bastante interés en los últimos años dada la gran cantidad de material gráfico tipo ‘insides’ que distribuyen. Y es que la UCI ha recordado la prohibición de grabar cualquier momento de la competición -sea cual sea la fase de la misma-, incluyendo calentamientos, preparación, ‘entrevistas flash’ o podios. Las grabaciones se ceñirán a entrenamientos, interioridades y entrevistas de sus corredores, aunque se podrán solicitar imágenes de la carrera al ‘host broadcaster’, previo pago de los gastos técnicos que se determinen, siempre que los ‘clips’ resultantes no tengan más de 3 minutos de carrera, ni duren más de seis minutos, con un ‘embargo’ de 24 horas a contar desde el último podio de la sesión. Tampoco se autorizan estas imágenes de carrera en los vídeos que compilen días diferentes, salvo autorización de la UCI.

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