Corredores a seguir en Ballerup (5): Regreso ruso con Yana Burlakova

La jornada de hoy, como ya hemos comentado, marcará el adiós de dos pruebas, entre ellas los 500 metros femeninos, con 23 corredoras entre las que está la única rusa participante en estos Mundiales, aunque en las inscripciones y resultados aparezca con la sigla AIN, atleta individual neutral, que es la condición establecida por la UCI para que los deportistas de este país y de Bielorrusia puedan participar en un evento ciclista internacional… aparte de otras dos condiciones no menos importantes a las que luego aludiremos.

En el Europeo sub23 de 2021. 

Se trata de Yana Burlakova, a la que algunos conoceréis por su apellido de soltera, Tyshchenko, ya que era el que usaba antes del veto de la UCI. Una corredora de 24 años que estaba llamada a ser la heredera de las míticas Anastasiia Voinova y Daria Shmeleva, y que ya en 2022 dejó patente su progresión, tras numerosos éxitos como junior y sub23, e incluso haber participado en la UCI Track Champions League en 2021: triple bronce en el Europeo, en 500 metros, keirin y velocidad por equipos, y plata en el Mundial, en velocidad por equipos, donde también logró el bronce en el keirin.

Pero llegó la guerra y ese veto, excesivo, a los deportistas rusos, independientemente de la injusticia de esa guerra atroz. Una circunstancia que nos está impidiendo ver a una destacadísima generación de pistards que se está perdiendo al más alto nivel.

No sólo se trata de tener el estatuto UCI de AIN, sino que hay dos condiciones más. La primera es que los ciclistas tienen que cumplir el requisito de tener puntos UCI. Y si no pueden participar en los eventos que más dan, como Copa de las Naciones, muy complicado lo tienen. Burlakova lo ha conseguido porque la prueba en la que correrá no es olímpica, es decir, no se disputa en la Copa de las Naciones y los puede haber conseguido en otras pruebas menores.

Bronce en el keirin del Mundial de Roubaix. Foto: UCI Track

La segunda condición no es deportiva, sino política: por mucha autorización que tenga de la UCI o de la UEC, el país organizador del evento puede vetar a estos corredores, como ha ocurrido en los últimos Europeos, donde no necesitan puntos para participar. De hecho, de los grandes eventos celebrados en estas últimas campañas, tan sólo el Mundial junior de Cali, el pasado año, permitió una amplia representación rusa, eso sí, despojado de todo tipo de identidad: los diez ciclistas seleccionados, que corrieron con unos maillots azules, casi pálidos, desparecieron incluso del medallero global donde, por cierto, ocuparon el segundo lugar, con cuatro oros, una plata y otros cuatro bronces.

Y por supuesto, el veto es total en las pruebas por equipos, con lo que nos quedamos sin ver a uno de los más prometedores tríos de velocidad femenina o una de las mejores cuartetas masculinas.

Para terminar, una anécdota que muestra la incoherencia de estas medidas. Como decíamos Yana Tyshchenko se casó en 2022 con el también velocista ruso Danila Burlakov. Y mientras que ella esté incluida en la lista UCI de AIN y él es uno de los cinco considerados ‘no elegibles’ por su compromiso con Rusia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario